Se consiguió. El Ceuta, el equipo de esta tierra, el equipo al que siguen generaciones al completo, el equipo que tiene una de las aficiones más entregadas, lo ha conseguido. Ha regalado el mejor premio que podía dar a los amantes del fútbol y a la ciudad en general que no es otro que el ascenso. Un gol en los últimos minutos adelantó el gran premio final y todos los caballas desplazados para estar al lado del Ceuta pudieron vibrar de alegría. Los que tuvieron la suerte de poder irse lo vivieron en primera persona, pero el resto de amantes del deporte estrella sintieron ese mismo cariño y esa ilusión desde este lado del Estrecho, pegados a los medios de comunicación y a la información facilitada a través de redes sociales. Todos fuimos uno porque la afición no entiende de diferencias, el amor al equipo de la tierra consigue que unos y otros se unan en una celebración soñada y que ahora es una realidad. El Ceuta ha peleado mucho por conseguir optar a un ascenso que ahora ha recibido. Solo queda seguir en la línea para ir avanzando y devolviendo al equipo al lugar en el que siempre se mereció estar. Por lo menos, esta ciudad recibió una de las alegrías esperadas y se pudo olvidar los malos momentos de un año convulso. El fútbol hace milagros y, sin duda, que ayer tarde lo logró. Enhorabuena al equipo y a toda la afición que nunca lo ha abandonado.