Independientes de la Guardia Civil (IGC) se ha pronunciado sobre el procesamiento de los 16 guardias civiles de Ceuta por la muerte en el mar de 15 subsaharianos que pretendían penetrar en la ciudad autónoma aquel 6 de febrero de 2014 (6F).
Ante todo, la entidad confía en la resolución de la justicia y lamenta los hechos. Pero, por otra parte, hace hincapié en que no considera oportuno que se adopte medida cautelar disciplinaria contra los guardias civiles, después de tantos años, ante la celebración próxima del juicio, "porque la fase de instrucción investigadora está conclusa, pudiendo ejercer su derecho de defensa a partir de este momento".
El 6 de febrero de 2014, unos 200 inmigrantes intentaron llegar a Ceuta desde la frontera de Marruecos, de ellos 23 se lanzaron al mar para lograrlo a nado, y de ellos 15 fallecieron ahogados en su intento, según su relato de los acontecimientos.
Los guardia civiles para intentar impedirlo, según la versión de la acusación a la que ha tenido acceso IGC, emplearon "pelotas de goma y botes de humo para disuadirles en el intento," haciendo ver con ello su "presencia", pero no fueron empleados "directamente contra los inmigrantes".
El Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta tras la instrucción de un procedimiento abreviado considera que existen indicios para la realización del juicio oral contra los 16 guardias civiles de servicio, continúa la entidad, porque con su actuación "supuestamente habrían incurrido en un homicidio por imprudencia y en la denegación de auxilio pues, ante el riesgo vital que sufrían los inmigrantes, debieron auxiliarlos para dar cumplimiento a los tratados y convenios de derechos humanos".
IGC lamenta, en primer lugar, que se produzcan muertes de personas cuando intentan "temerariamente y poniendo en grave riesgo sus vidas, entrar ilegalmente" por mar en territorio español. "Aunque eso nos da una idea de su desesperación", ha reflexionado.
Igualmente, la asociación lamenta que los guardias civiles "no pudieran con los medios disponibles, ni aun poniendo en riesgo sus propias vidas, salvar a los inmigrantes" que pretendían a nado entrar en Ceuta.
"No está acreditado que los medios antidisturbios fueran elemento coadyuvante en la muerte de los inmigrantes"
"Si los guardias civiles hicieron uso en algún momento de medios intimidatorios antidisturbios como el lanzamiento de pelotas de goma o botes lacrimógenos, no está acreditado que ello fuera elemento coadyuvante en la muerte de los inmigrantes", ha defendido IGC en un comunicado.
Los agentes de la Benemérita, en cualquier caso, "cumplen órdenes", y hacen uso de los medios que ponen a su disposición para el "cumplimiento de sus funciones, con el sometimiento a la ley".
De existir alguna responsabilidad civil por carecer la Administración de medios de salvamento marítimo, ha indicado IGC, "en el supuesto que hubiera tiempo para ello, antes de que desgraciadamente hubieran fallecido los inmigrantes, ésta debe exigirse al Estado, no a los guardias civiles que cumplen con los límites de su función en su labor protectora".
IGC no solo desea que no muera ninguna persona intentando entrar en España "ilegalmente", sino que considera la vida el "bien supremo máximo" que los gobiernos o estados deben preservar por encima de cualquier otro bien jurídico protegido.
La entidad quiere que España cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, pero es "evidente que ello transciende del ámbito de los guardias civiles, por lo que únicamente serían responsables de sus propios e individuales actos u omisiones, pero no les consideramos culpables de haber dejado morir a los inmigrantes, por negligencia, ni de coadyuvar con su actuación a la muerte de los mismos, ni de negar el auxilio a estas personas para salvar sus vidas, si ello no es así determinado taxativamente por un juez o tribunal mediante sentencia firme, tras un juicio justo, operando la presunción de inocencia hasta ese momento, y el principio indubio pro reo, ante la duda en su actuación".