Hay personas que dedican su vida y su descanso a cuidar el medio ambiente y crear un lugar sano a los ojos de la ciudadanía. Eso es lo que está haciendo en Ceuta Laarbi Mohamed, un vecino de
Los Rosales, de 70 años, que desde que está jubilado dedica todo su tiempo libre a cuidar un
huerto ecológico que ha creado con sus propias manos. Mohamed lo muestra orgulloso a las cámaras de FaroTV, ya que la estampa que se aprecia desde la misma calle es idílica y deja una imagen preciosa de la barriada de Los Rosales.
Este hombre llegó a la
barriada hace unos años, y frente a su ventana había un terreno que se encontraba lleno de basura. Decidió que eso no podía estar así, y que tenía que cambiarlo como fuera. Se le ocurrió la idea de montar el huerto y, sin la ayuda de nadie, empezó poco a poco hasta tener un terreno sembrado con frutas y verduras de todo tipo. “Cuando compré la casa y vi por la ventana este terreno lleno de todo tipo de basura, pensé que tenía que hacer algo. Primero arreglé la vivienda y luego empecé con la tierra. Empecé a tirar todas las piedras, a limpiar todo e hice un muro para cuando las lluvias no se llevara lo sembrado. He arreglado todo y empecé a comprar arbolitos, poco a poco, hasta tener todo así”, ha explicado.
Durante todos estos años ha plantado un sinfín de alimentos que se pueden apreciar desde la misma carretera. Las frutas y verduras florecen por el cuidado y cariño que les da Mohamed todos los días. “Tengo un montón de alimentos. Chirimoyas, ciruelas, nísperos, melocotones, uvas, higos…un poco de todo, dos o tres árboles de cada fruto”.
La Consejería de Medio Ambiente ha entregado unos utensilio para que siga con su labor
Eso sí, este vecino de Los Rosales no esconde las horas de trabajo y sacrificio que tiene mantener el huerto en las mejores condiciones. No existe día de descanso en la semana, ya que el cuidado tiene que ser minucioso durante todas las horas del día. “Tiene muchas horas de trabajo. Tiene que gustarte para echarle tanto tiempo, sino te rindes y lo abandonas. Yo nunca me rindo, ojalá tuviera más terreno para seguir trabajando”.
Todos los alimentos que obtiene del huerto lo reparte entre todos sus hijos, sin olvidar a los vecinos que se pasan por la zona y desean algún tipo de producto. Asimismo está orgulloso de la respuesta de todas las personas que pasan por el terreno y le da la enhorabuena por su trabajo.