Muchas personas son las que acuden a recordar a sus seres queridos al cementerio de Santa Catalina, en Ceuta, en estos días tan señalados, jornadas en los que se tiene presente a quienes ya no están.
Algunos se adelantan al Día de Todos los Santos para depositar flores en nichos y tumbas. Otros esperarán a este sábado, Día de los Difuntos.
Antes se ha contado con el trabajo incansable de los operarios del cementerio y de Obimace que no paran de limpiar y ayudar a los familiares en su visita al camposanto.
Una de las muestras del trabajo realizado está en los pasillos donde se encuentran las tumbas que se han adornado con flores para la ocasión.
Estas, muy variadas y de todos los tipos y colores, lucen de la mejor de las maneras en una jornada especial para el recuerdo de los que se fueron.
El Faro ha visitado las instalaciones de Santa Catalina, haciendo un recorrido por las tumbas y nichos que han marcado un antes y un después, formando parte de la historia de Ceuta.
El siempre presente Alcalde de Ceuta
Sánchez-Prado, su tumba aún en el recuerdo
Como siempre, una de las que más visitas ha tenido ha sido la del querido médico y político que fue alcalde de Ceuta: Antonio López Sánchez-Prado. Su tumba es un lugar al que acuden todos los años los caballas para dejarle flores, convencidos de que la fe fue el mayor legado que dejó.
Este año no iba ser menos y ya son muchas las flores que visten el punto donde descansa para siempre de flores.
Familias acuden al cementerio
Cerca de esa zona, también se encuentra el monumento dedicado a los republicanos fusilados. En un lugar cercano, están los restos de la familia Villanueva. Una de sus nietas, Sara Mata, ha querido depositar una flor en recuerdo a sus abuelos.
Recuerdos con honores: legionarios y regulares
El osario de Legionarios y el panteón de Regulares son otros puntos con historia, así como el mausoleo en honor a los militares fallecidos en la Guerra de África, ubicado entre las galerías San Eduardo, San Enrique y Nuestra señora de Las Mercedes.
La desgracia en el mar del dragaminas Guadalete
En las propiedades de la 109 a la 112, en la Galería San Antonio, se encuentran las tumbas de cuatro de las 34 víctimas del hundimiento del dragaminas Guadalete: tres marineros y un cabo.
Todas ellas adornadas con flores amarillas y rojas, simbolizando la bandera española.
Los caídos en la Campaña de Marruecos
En la galería Santa Teresa de Jesús, reposan los restos de siete de los caídos en las Campañas de Marruecos. Allí también descansan los restos de Jacinto León y Barreda, quien fuera comandante general de Ceuta, así como Fernando Álvarez Pacheco, que comandante de la Legión.
Siguiendo hacia la Galería de Santa Gema, se perciben a simple vista las placas de los tripulantes del Halifax DT586, el avión que en la madrugada del 28 de enero de 1943 se precipitó en los montes de García Aldave.
Hacía pocos minutos que había partido del aeropuerto de Gibraltar. Eran aviadores que voluntariamente se habían alistado con el bando aliado en la II Guerra Mundial procedentes de varios países integrantes de la Commonwealth.
La historia de un marinero gracias a Mario Lázaro
En esa misma galería se encuentran tres marineros, uno de ellos, J.Skelhorne, cuenta con una gran historia a sus espaldas.
En el cementerio estaba Mario Lázaro, una persona que quiso hablar con El Faro y contar cómo pudo contactar con su familia.
Lázaro se interesó por la historia e intentó contactar con Rita, su hija, tal y como aparece en la tumba. “Ya estaba muerta pero gracias a internet pude contactar con un nieto de este hombre”.
Así, Lázaro pudo asegurarle que su abuelo se encontraba en Ceuta y cada vez que puede acude a depositarle flores y a cuidar del nicho.
Este marinero falleció en una guerra en nuestras aguas y fue enterrado, junto a sus otros dos compañeros, en Gibraltar. “Se les enterró como se enterraban a los marineros, lo arrojaban al mar y por eso llegaron sus cuerpos a Ceuta y fue cuando se le enterró aquí en Santa Catalina”.
Inmigrantes sin identificar
Un recorrido por las diferentes tumbas del cementerio de Santa Catalina refleja la historia de Ceuta. Algunas, por desgracia, se encuentran muy deterioradas por el paso del tiempo. Otras ni siquiera presentan una identificación ya que las personas que fueron allí enterradas eran inmigrantes sin documentos.
Murieron en una ciudad que formaba parte de su periplo clandestino frustrado.
Dicen que uno nunca muere si permanece en el recuerdo. Hoy será un día especial para recordar a todos los que ya no están pero siguen vivos en este espacio.