Mohamed, un tetuaní de 20 años, llegó a Ceuta en la madrugada del 17 de mayo, cuando miles de marroquíes decidieron ante la indolencia del país vecino y los escasos medios de España para hacer frente a esa crisis migratoria de magnitudes inimaginables y consecuencias inesperadas.
El drama y la tristeza se dibujan tímidamente en su mirada. Tiene apenas 20 años, sin embargo aparenta menos edad. Mohamed ha pasado de todo desde su llegada, pero sus malas experiencias arrancan de antes, de cuando aún se encontraba en Marruecos pasando todo tipo de calamidades y penurias.
Se enteró de la laxitud de la frontera a través de las redes sociales. No se lo pensó dos veces y, acompañado de un amigo que ya ha regresado a casa, atravesó la frontera por el espigón a la una de la madrugada.
Uno de los recuerdos más amargos es de lo que le sucedió en las primeras noches en la calle en Ceuta, cuando cinco individuos los atracaron a él y a su amigo, robándole lo poco que poseían de valor, incluido el móvil, que era el único vínculo de comunicación que mantenía con su familia.
No fue sino hasta hace dos días cuando pudo adquirir uno de segunda mano con el que poder hablar con su casa. Sin embargo, esta primera comunicación después de varias semanas sin hablar, sirvió para darle la peor de las noticias. Su padre, Mustafa, de apenas 60 años, había fallecido repentinamente. Las lágrimas asoman a su rostro de forma inevitable mientras lo cuenta.
Dentro del terrible duelo que es la pérdida, su madre, Fatima, lo consuela y le anima a seguir adelante: “Mohamed, busca tu futuro allí, no regreses, aquí no hay nada”, reproduce la conversación con ella cuando le preguntamos si su madre le ha pedido que regresara.
“Allí, en Tetuán, no hay futuro para los jóvenes. Están en las puertas de sus casas, viendo la vida pasar, sin ninguna expectativa de nada, por eso no me planteo regresar”, afirma convencido. Son cinco hermanos; uno de ellos está enfermo; sufre crisis de epilepsia que varían de gravedad según el momento. Él solo quiere ganar algo de dinero para hacérselo llegar a su madre y que su hermano pueda tener acceso a un neurólogo que lo trate y lo medique para mejorar su salud, que tanto le preocupa.
Y es que Mohamed trabajaba hasta hace un año en una empresa de climatización que suspendió la actividad, como le ocurrió a tantas otras, con la pandemia. Sin embargo, recuerda amargamente las largas jornadas de ocho de la mañana a nueve de la noche por cinco euros al día. “Cuando llegó el virus, me quedé sin trabajo. Hacía lo que podía por salir adelante colaborando en casa. Vendía plásticos y limpiaba cristales”, afirma.
Mohamed no falta a su cita diaria con el español y con Charo, su atenta profesora
Mohamed siempre fue un buen estudiante, aplicado y despierto, aunque se vio obligado a abandonar el colegio por la necesidad de aportar algo a la economía del hogar. Echa de menos aprender y aquí es donde entran unos ceutíes que representan el rostro amable en su tortuoso camino.
En todo este devenir incierto, Mohamed ha tenido un rayo de esperanza en Ceuta. Son José María y Charo. Ellos cuentan cómo los ayudó a subir la compra un día que regresaban del supermercado.
Mohamed les causó muy buena impresión y decidieron ayudarlo siempre en la medida de sus posibilidades. Ellos definen la experiencia que están viviendo ayudando a Mohamed como de una de las más gratificantes. “Es una persona humilde y agradecida y queremos ayudarla dentro de las posibilidades que tenemos; queremos que conozca el idioma para que se defienda ante cualquier situación y siempre, acompañado de un café y algo de merienda: alimento para el cuerpo y el espíritu”, afirma Charo, que añade que “ojalá encuentre un sitio donde estar y dormir y que le faciliten el acceso al aprendizaje de un oficio con el que se gane la vida”.
Así fue como Charo, que habitualmente enseña a niños los conocimientos básicos de lengua y escritura, viendo las enormes ganas que tenía de aprender y defenderse en español para cualquier conversación o trámite a cursar, empezó a darle clases todas las tardes, clases que acompaña “de un café y tostadas con Nocilla, que es lo que más le gusta”. Mohamed no falta a su cita con las letras y con Charo; aprovecha unos minutos para poder charlar con su madre, gracias a los medios que su profesora le facilita -en este caso la red wifi-, con la que habla todos los días que va a esta particular clase camino a un futuro mejor.
Y así es como Mohamed avanza, y lo hace rápido, pues apenas en dos semanas ya tiene asumidos muchos conceptos y lee prácticamente sin dificultad los textos básicos.
“A nosotros nos preocupa mucho que duerma en la calle. Ahora es verano, y no está bajo las inclemencias del tiempo, pero cuando llegue el invierno...”, afirma José María con preocupación.
Cuando le preguntamos sobre lo que él cree que le depara el futuro, no lo duda: desea quedarse en España y aprender, primero el idioma, luego un oficio, y buscarse la vida como lo ha hecho desde que apenas contaba con 16 años. En sus planes también está solicitar asilo por motivos humanitarios, sin embargo confiesa su temor , en caso de tener que regresar a Marruecos, a un pasar -sin juicio previo- seis meses en la cárcel solo por el hecho de haberlo solicitado, a lo que se sumarían ciertas represalias hacia su familia, por eso aún no lo ha solicitado e incluso está pensando en si hacerlo o no.
Ante esta situación, Mohamed asume y sabe que, entre los más de 10.000 marroquíes que atravesaron la fronteras de Ceuta esos fatídicos días de mayo, han venido personas de toda naturaleza: buena y mala. “Hay gente que ha venido a intentar mejorar, por pequeña que sea, la situación de sus vidas. Pero también hay quienes han venido con malas intenciones”, asiente convencido.
PUES DEJALE LA MITAD DE TU PAGA A PAQUI LA DEL QUIOSCO Y SUS 4 HIHOS POR CADA HIJOS PAQUI COBRA 200 EURO MAS LO QUE TU LE DES SE PUEDE JUNTAR CON 1500 EURO HAY FAMILIA QUE VIVEN CN MENOS Y DEJA A ESE CHICO Y A ESA SEÑORA QUE HAGA CON SU VIDA Y SU TIEMPO LO QUE QUIERA TE PIDE A TI ALGO ? PUES DARTE UN PASEO QUE ES LO QUE ESTAS HACIENDO TODO LOS DIAS
Ya esta bien esto ya cansa,cuenta las miles de historias de ciudadanos de ceuta
EMPEZANDO POR LA TUYA LA CARA QUE TU TIENES ENGAÑANDO A TODOS LOS ESPAÑOLES CON ESO QUE NO ENCUENTRAS TRABAJO Y PIDIENDO SUSBENCIONES ASIN LLEVAS TU Y LOS TUYO TODA LA VIDA Y DESPUES TE JUVILARAS CON OTRA PAGA YO TE PONIA CON PILO Y PALAS 23 HORAS AL DIA PARA QUE PAGARAS TODO LO QUE TE HAS COMIDO DE LOS ESPAÑOLES VAMOS NUESTRO TU PREOCUPATE DE TI Y DEJA A LOS CIUDADANOS DE CEUTA QUE ELLOS SE VUSCAN LA VIDA NO COMO TU QUE TE GUUSTA VIVIR DEL CUENTO
En EEUU, al que entra ilegalmente en el país en reiteradas ocasiones, terminan por concederle la residencia temporal..¡en una prisión durante unos años! Una vez cumplida, los deportan a su país de origen. ¡COMO DEBE SER!
Cansancio. esa mujer no se llama Fátima, se llama Paqui, y por eso como Ud. muy bien dice, no va a pasar. Si se llamara Fátima y con chilaba, ya tendria resuelto su problema, pero lo que jode es que encima dicen que estan discriminados.
La historia de Mohamed, es la historia de otro chupóctero, que ha entrado en este país ilegalmente para vivir de la sopa boba, a costa de los españoles. No tenía nada en Marruecos, pero tenía móvil; todos traen móvil y empiezo a creer que alli los regalan con tarjeta para llamadas ilimitadas por tiempo de ilimitado. Menos cuentos y menos blandenguerías, que todos entran así y terminan atracando a la gente, sembrando miedo y enfrentádose a la policía si se encarta, como ese elemento de hace unos días en la calle Juan de Juanes. ¡Que los expulsen a todos!
Y digo yo… ¿a Paqui no le corresponden esas ayudas como el Ingreso Mínimo Vital… al alquiler… comedores… libros escolares… alimentos… etc… etc?….
Este caso, que parece una de las series rosas de las novelas de la tarde, no resulta creíble por lo lastimero que se muestra. Padre recién fallecido, hermano enfermo que necesita la medicación que él envíe, haber sido victima de un robo.....
No cuestiono si el tal Mohamed es o no buena persona. Probablemente lo sea. Pero buena persona o no, ha violentado ilegalmente la frontera soberana de un país, a sabiendas de que cometía una ilegalidad, lo que lo convierte en un delincuente.
Esa actitud tan "enternecedora" de los que le asisten lo único que favorece es el efecto llamada de mas inmigrantes ilegales, (Venid a España! te dan de merendar, te enseñan gratis, te dan de todo sin hacer papeleos ni nada)
Inmigración sí, pero regulada y legal. A los que vengan legalmente ya se les enseñará el idioma y una profesión.
Aun sigo esperando la historia de paqui la del quiosco con 4 hijos y sin un sueldo decente. Pero eso no va a pasar.