La magistrada del
Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha dejado visto para sentencia el
juicio seguido contra dos hermanos, vecinos de Castillejos, a los que
la Guardia Civil relaciona con los dos bultos de hachís –de 43 kilos de peso- que fueron recuperados en las inmediaciones de la Almadraba el 30 de marzo de 2021. Los dos acusados niegan tener relación con los hechos, han manifestado que se arrojaron al agua para llegar a Ceuta como única escapatoria para poder subsistir. Son mecánicos, padres de familia, que literalmente se estaban muriendo de hambre en un país ya que no ofrece alternativas. Por eso,
esa mañana se lanzaron al agua juntos y juntos llegaron hasta las proximidades entre Juan XXIII y la Almadraba, exhaustos y prácticamente derrotados tras una travesía marcada por el temporal. La clave de este juicio está en concretar qué versión considera su señoría que es la ajustada a la verdad. O la que ofrece esta pareja, que niega cualquier vinculación con
los fardos de hachís, o la que han mantenido los guardias civiles que han prestado declaración quienes, sin género de duda, los han reconocido como
los dos motores humanos que cruzaron la frontera empujando fardos que luego soltaron cerca de la orilla. Allí los recogerían los GEAS, vinculando así la droga con sus pasadores. Fiscalía solicita una pena de 4 años así como que se acuerde la expulsión una vez que hayan cumplido los dos tercios de la condena. Su Defensa mantiene la petición de absolución al considerar que sus patrocinados eran meros inmigrantes y no traficantes de hachís.
La historia de los acusados y cómo se pasó de inmigrantes a enlaces de los narcos
Yassin, que tiene 4 niñas a su cargo y es mecánico, ha mantenido que cuando fueron auxiliados por la Guardia Civil y la Cruz Roja al llegar a la playa, nadie les dijo nada de que habían sido recuperados unos bultos con hachís. Fue llevado a la nave del Tarajal y después le comunicaron que le vinculaban con ese tráfico. Lofti, su hermano y con también hijos a su cargo, ha insistido en la misma versión narrando, emocionado, que si se marchó de
Marruecos es porque allí solo hay pobreza, no puede trabajar y la única solución pasaba por intentar encontrar una alternativa en nuestra ciudad. Los hasta tres guardias civiles que han prestado declaración, de distintas unidades, lo han dejado claro: han vinculado a los nadadores como las personas que empujaban los dos bultos recalcando, además, que en ese momento solo estaban ellos en el agua por lo que no cabe confusión con otras personas. Cuando los hermanos fueron auxiliados y atendidos por la Cruz Roja,
FaroTV se encontraba en el lugar de los hechos grabando dicha intervención. Los acusados recordaron haber visto al periodista cámara recoger esa escena que dio pie a la difusión de una historia de rescate de inmigrantes. Horas después el gabinete de prensa de la Guardia Civil se encargaría de ofrecer una versión contraria al indicar que los agentes habían estado siguiendo a los nadadores y al aportar imágenes de los bultos con droga recuperados del mar. La Fiscalía considera acreditados los hechos, informando que no cabe posibilidad de confusión en torno a la autoría de los acusados ya que los agentes los han identificado plenamente. Tampoco queda duda alguna de la implicación de ambos en un tráfico de drogas. Las excusas ofrecidas por los hermanos no son suficientes como para disponer de una coartada, ha mantenido el Ministerio Público. El juicio ha quedado visto para sentencia.