La gente de Ceuta es, en gran parte, la esencia de la ciudad. Qué mejor representante de esto que un ser tan querido y admirado por los ceutíes como lo es Mohamed Mustafa, más conocido como Dudú, quien abrió las puertas de su casa a El Faro de Ceuta con la finalidad de acercarnos un poco más a su sustanciosa historia.
Todo comenzó en el antiguo hospital de la Cruz Roja, donde demostró en sus primeros segundos de vida que estaba hecho para correr. “Mi madre al dar a luz se asomó y empezó a gritar a los médicos para que me cogieran porque me iba a escapar. Así que yo era atleta nato desde mi nacimiento”.
Dudú creció bajo el techo del negocio de su padre, un cafetín localizado en la Gran Vía. La familia se trasladaría después a Finca Guillén, a la misma casa en la que vive actualmente con sus hijos y nietos, donde “me he criado, he crecido, he envejecido y si Dios quiere moriré aquí”.
Durante todo este tiempo, siempre se mantenía una constante en su vida, el atletismo. “Yo con nueve años ya empecé a volar, no me gusta estudiar tanto, lo que quería hacer todo el rato era correr sin parar”. Con 14 años empezó a participar en carreras organizadas por su instituto de las que todavía conserva trofeos de aquella época: “Estamos hablando del año 1966”.
Hay pocas cosas que aporten mayor libertad que correr y una de ellas sería viajar, por lo que Dudú sintió pronto la necesidad de conocer sitios nuevos, sin saber que esto le llevaría a una trágica situación. “Mi padre no quería que viajara porque pensaba que debía seguir estudiando. Unos señores aconsejaron a mi padre que me mandara a un internado en Oued Laou, y resultó ser una cárcel. No teníamos luz, no había agua, no había nada”. Su estancia en el internado fue breve ya que “no llevaba ni un mes cuando fui a comprar un bocadillo y vinieron tres del pueblo a darme una paliza pero, finalmente, los que llevaron una paliza fueron ellos. Era boxeador desde pequeño y con un puñetazo les dejé en el suelo”, recuerda. La situación no quedo ahí, “los niños fueron a contárselo al director, este me inmovilizó poniéndome la pierna dentro de un palo con unas cuerdas, me tumbaron en el suelo y empezaron a pegarme hasta que me sangraran los pies. Pegué gritos ensordecedores y luego no podía andar, ese fue el motivo de que dejase atrás Marruecos y volviera a Ceuta”, relató Dudú.
Con su vuelta llegó una disculpa de su padre, un nuevo instituto, nuevas carreras y la sensación de que las puertas comenzaban a abrirse para el joven Dudú. Un gran impulso fue su partida hacia Canarias cuando contaba con la temprana edad de dieciocho años. “Empecé a trabajar con mi tío en su bazar y aprendí cuatro idiomas entre los que se encuentra el inglés, el alemán, el francés y un poco de ruso. Esto hizo que la gente de allí me quisiese en sus bazares”, explicó orgulloso Dudú.
"Mi madre al dar a luz se asomó y empezó a gritar a los médicos para que me cogieran”
Un día contó con la inesperada visita de un hombre en el bazar, el cual se acercó directamente hacia Dudú para ofrecerle ser boxeador, a lo que respondió que el “quería ser futbolista” y lo consiguió cuando “me fichó un equipo llamado Club Deportivo Isleta y estuve casi un año con ellos pero no me arreglaban los papeles. No me explicaba cómo podía haber tantas dificultades para arreglarme los papeles cuando en mi partida de nacimiento venía que era nacido en Ceuta, España”.
Finalmente tras el año probando con el fútbol, Dudú comenzó a interesarse por el boxeo, deporte que cada vez le gustaba más. “Una vez me presenté a un torneo de sombra y me enfrenté contra un negrito, le di dos golpes y el negrito cambió de color, ya no quería ser negro”, comentó entre risas.
Seña de la identidad de Dudú y uno de los motivos principales de su fama es su pasión por el Real Madrid, la cual siente con tal intensidad que no deja a nadie indiferente. “Para mí el Real Madrid es el equipo nacional, hermano de la selección española, es más, para mí nacieron el mismo día”. “Mi corazón es del Madrid desde que nací. Todavía recuerdo cuando fui al Bernabéu y una hora antes de que comenzara el partido, pedí permiso a la autoridad de allí y me dejaron rezar en el césped del campo”.
Las celebraciones que lleva a cabo son tan reconocidas por el trabajo, el amor y la felicidad que acaban contagiándose al resto de los ciudadanos, que no pueden evitar pedirle fotos mientras el ambiente parece cargarse de entusiasmo y festividad. Es más, son tan importantes para Dudú que el día anterior “no duermo porque me pongo a pensar cómo me voy a vestir, de qué forma voy a hablar con la gente en la calle y cómo voy a contestar a nuestros enemigos”. Este momento que ya se ha convertido en algo icónico para la ciudad sigue una rutina. “Primero, después de vestirme, voy a Benítez para coger al animal al que también visto del Madrid junto con una banderita del Barcelona con un lazo negro. Desde que salimos de Benítez todos nos paran incluso autobuses, taxis,… para hacerse una foto. Después subo a Hadú, al mercado central, y la gente abandona los comercios. Tras tomarme un cafelito pongo rumbo al centro, que es donde yo me lo paso realmente bien”, explicó el madridista.
"Para mí el Real Madrid es el equipo nacional, hermano de la selección española ”
No hay ningún triunfo del Madrid que Dudú no celebre por todo lo alto ni jugador que no admire, siempre hay unos que te mueven de una forma especial, consiguiendo diferenciarse de todos los demás. En el caso de Mohamed la victoria más celebrada sería “la última Champions. La celebré tan bien que estuve tres días borracho perdido”, mientras que su jugador favorito de todos los tiempos es “Raúl. Tengo sus camisetas y todo, aunque aprecie a todos, siempre más a Raúl González”.
Respecto a su gran rival, el Barcelona, Dudú comentó que “no tengo nada en contra de ellos, lo único es que son nuestros enemigos futbolísticamente hablando. Cuando ellos ganan yo les aplaudo”. E incluso han llegado a darle incentivos para que se cambiase de equipo: “Tenía un compañero, Hassan, que era del Barcelona y me daba camisetas y todo lo que yo quisiera del club pero, por dentro, nunca me pudo cambiar el color”. No todo el atrezo que posee Dudú es de color blanco, también cuenta con “unas gafas de gran aumento que tienen en la parte derecha un escudo del Barcelona. La gente me preguntaba por qué llevaba esas gafas y respondía que era porque el Barcelona no veía la portería”, explicó entre risas. “Además, el Barcelona tiene un fichaje muy bueno que es holandés, es el hermano de Van Nistelrooy y se llama Van Deculo”.
Correr descalzo, su secreto
Dudú no solo es un gran aficionado al fútbol, tuvo una época en la que en lugar de animar desde la grada se encargaba de correr por el campo junto con sus compañeros de equipo. Es más, “estuve fichado en casi todos los equipos de Ceuta, pero el más bueno en el que jugué era el Pedro Lamata. Ahí fue cuando realmente aprendí a jugar”. Aunque sienta una gran pasión por el fútbol, Dudú nunca destacó como lo hizo en otros deportes como el boxeo o el atletismo, “yo lo único que tenía futbolísticamente hablando era velocidad”, es más, gracias a esto llegó ha estar fichado en Marruecos en tercera división. Sin embargo, “los trofeos hablan y no tengo ninguno de fútbol”.
Dudú siente una gran admiración por Mahatma Gandhi y recuerda siempre cómo “anduvo descalzo”. “Gandhi tenía dinero suficiente para comprarle zapatillas al mundo entero sin embargo caminaba descalzo”. Recuerda una cita de este icono de la paz: “Correr descalzo no es malo, sino que es bueno para la circulación de la sangre”. A pesar de todo, no se lo recomienda a nadie, “para andar descalzo primero tienes que buscar arena dura, medio arena medio asfalto, para que poco a poco comiencen a endurecerse las plantas del pie. Si haces esto durante un mes cuando salgas a correr a la carretera sentirás que es una alfombra”, aconsejó.
Finalizando con un tema de actualidad, una persona tan activa tuvo que notar con mayor intensidad el confinamiento debido al COVID-19. Ahora, Dudú tiene su propia teoría acerca de esta pandemia. “Los culpables del coronavirus somos los seres humanos, si nos hubiésemos portado bien, como Dios manda, no habría existido este virus. Nosotros mismos lo hemos creado, yo cuando hago pesca submarina y veo el mar lleno de residuos me entran ganas de llorar pensando en que algo tan bonito pueda estar tan contaminado. Nos hemos portado muy mal en este mundo que Dios nos ha prestado, no hemos sabido cuidarlo, nos merecemos esto y mucho más”, finalizó apenado.
Dudú es una persona querida por toda una ciudad por el amor y la bondad que desprende, siempre tiene tiempo para atender y preocuparse por las personas, regalando sonrisas por donde pasa.
Dudú nació para correr pero no de cualquier manera, el ‘vuela’ descalzo sobre el asfalto
“Cuando empecé a correr descalzo tendría unos 10 años y era porque no tenía zapatillas pero sentía que tenía que correr las carreras como fuera”, explica.
“Fue de mayor cuando me di cuenta que yo podía correr descalzo. La primera carrera que corrí así fue en Algeciras, en el año 1995. Lo hago descalzo porque tuve un problema en el menisco de la rodilla izquierda, pero el médico se confundió y me operó la derecha. Pasé un duro proceso de recuperación de cuatro meses en los que era un inválido. Cuando por fin pude salir a correr sentía una molestia en la rodilla que desaparecía al quitarme los zapatos. Uno quiere lo mejor para su cuerpo por eso prefiero ir descalzo”, detalla.
Tiene un" don de gentes muy especial", pienso que además de lo que hizo debería dedicarse a la política, nunca desagrada a nadie cuando conversas con él. Deportívamente me hizo sudar "tinta china" una vez que le gané ,allá en marzo de 1970 carrera de san José en la Plaza de Africa,aunque también corrían Heredia y Padilla, que quedaron detrás nuestro.
Un hombre excelente y unico. Bonito y emotivo reportaje
Que grande eres DUDU, un gran ejemplo a seguir, Como atleta lo diste todo, Como persona un gran ejemplo de como se debe de ser, y como Ceutí y español que le puedo decir de este gran hombre.La verdad se merece que su ciudad se lo reconozca públicamente.
Quien no quiera y aprecie a este hombre es que no es persona.
Hay muchos que se ríen de el por sus cosas, pero hay que reírse con él y disfrutar de él cada día que lo encontremos.
Leyenda como muchos ceutíes de corazón que aman Ceuta y España.
Que dios nos lo tenga mantenga muchos años entre nosotros.
Grande y querido dudu
Lo que tienen que hacer es poner una calle a este gran hombre español caballa y
Una gran persona.
Un gran hombre el señor Dudu y mejor persona
Un gran caballa de los buenos, tomemos ejemplo de este gran hombre .
Duduh un gran deportista y mejor persona, un tipo formidable un ceutí auténtico
UN EJEMPLO DE LO QUE SOMOS LOS CABALLLAS DE VERDAD.ESPAÑOL Y CABALLA.GRANDE DUDU