La portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía preguntó al consejo de Deporte, Emilio Carreira, qué planificación existe para la rehabilitación de las deficiencias que presentan algunas instalaciones deportivas como el pabellón de Santa Amelia, el Campoamor o el Guillermo Molina, detallando aspectos como las goteras y la falta de iluminación de los dos primeros y defectos de consideración en el último.
Sobre el Guillermo Molina, Hamed desglosó todas la deficiencias que los mismos usuarios han denunciado, que impiden el correcto funcionamiento de este espacio. Preguntó al consejero de área qué se está haciendo con las dos partidas incluidas en el presupuesto para ejecutar este año, una de 100.000 ruso para mantenemos y otra de 195.000 euros más para limpieza y mantenimiento.
Carreira contestó a la diputada de la oposición detallando una serie de intervenciones que se han llevado a cabo en los lugares citados en la interpelación, reconociendo que espacios como el Campoamor tiene un problema de goteras, pero que el contrato para su reparación ha quedado desierto por dos ocasiones, por lo que ahora se está sopesando la adjudicación directa por un contrato menor.
En cuanto al Guillermo Molina, no niega todas las deficiencias expuestas por Hamed, aunque asegura que se está trabajando en solventarlas, argumentando que en el caso de los fallos de la caldera o el de las puertas rotas, están a la espera de que las empresas de la península suministren de la piezas solicitada,s ya que no se han encontrado compañías en la ciudad para dar este servicio.
No contenta con al respuesta, Hamed instó a Carreira a “ponerse las pilas”, ya que todas estas deficiencias no son cosas que hayan aparecido de la noche a la mañana, sino que tienen tiempo y no se ha puesto remedio hasta ahora.
Es de vergüenza que habiendo dinero no se pongan las pilas y lo arreglen de una vez.
Parece tercermundista una ciudad con pabellones cubiertos en los que no se puedan jugar porque hay goteras. Debería ser una prioridad para la ciudad ya que son muchos los niños y los padres que acuden a estos pabellones