Un grupo de arqueólogos marroquíes ha descubierto recientemente una tumba de la época del Reino de Mauretania, de cultura bereber y que englobaba partes de Marruecos y Argelia, de más de 2.000 años de antigüedad cerca de la provincia de Larache, en el norte de Marruecos.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Instituto Nacional de Ciencias de Arqueología y del Patrimonio (INSAP), la tumba a la que se hace referencia se remonta a la época mauretana, anterior a la ocupación romana (entre los siglos IV antes de Cristo y el año 40 después de Cristo).
Según la misma nota, las excavaciones que resultaron en el descubrimiento se realizaron cerca del pueblo Qsirissi entre el 10 y 17 del pasado mes de febrero, durante una operación que fue dirigida por dos arqueólogos del INSAP, Abdelaziz El Khayari y Aomar Akerraz.
El sitio funerario fue "bien construido", según ha indicado la misma fuente, que detalla que sus muros estaban montados con bloques de piedras bien cortadas y que fueron cuidadosamente ensamblados y ajustados, y la cubierta estaba hecha con una gran losa de más de dos metros de largo. Y para dar a la tumba una apariencia majestuosa se cubrió con tierra de una altura de más de tres metros.
Por otra parte, en el interior de la tumba se encontraron restos de un esqueleto humano incompleto que fue sometido a una cremación incompleta antes de ser enterrado, explica la fuente, que añade que se trata del primer caso de estas características documentado en la zona.
El cuerpo fue enterrado junto a un cuchillo de hierro y un hacha del mismo metal.
"Este descubrimiento contribuye a enriquecer nuestro conocimiento de las prácticas funerarias y creencias religiosas propias de la sociedad rural en la zona del Lukkos durante la época mauretana", se ha indicado también en la nota.