El mundo se ha paralizado por la pandemia provocada por el
coronavirus. Se extiende cada día más pero existe una forma de pararlo: quedándose en casa. Sin embargo, son muchos los profesionales que estos días están dando la cara por todos. Profesionales que no pueden quedarse en casa y que deben estar en la primera línea de batalla, junto a los enfermos.
Los más locos, o más cuerdos, según se mire, dicen que la vida se compone de momentos, de aventuras. Pero antes de toda aventura impera siempre una misma sensación: el miedo a lo desconocido. Quizás ahí es donde esté el verdadero desafío.
Así, “muerta de miedo, pero con muchísimas ganas” se siente África Espinosa Gallardo, que nació en nuestra ciudad hace tan solo 21 años y que ayer puso rumbo a Madrid para dar ejemplo de que también la juventud está siendo fundamental en esta crisis. Nuestra paisana va a trabajar “codo con codo” junto a sus compañeros para combatir el coronavirus en el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo.
Así, la estudiante de cuarto de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta será la primera ceutí en poner su hombro y luchar por salvar a los enfermos de coronavirus en la capital española. Aunque no va sola, porque allí se encontrará con otros cuatro compañeros de Andalucía.
“Cuando nos cortaron las prácticas decidimos no quedarnos de brazos cruzados y mandamos mensajes de apoyo a muchos hospitales de España”, contó Afri, como la llaman sus amigos. Por ello, junto a sus compañeros de clase grabaron un vídeo de homenaje “para demostrar que aunque no tengamos la mejor sanidad del mundo, sí tenemos a los mejores sanitarios que están al pie del cañón en estos momentos y hasta hacen sus propios EPI”.
África sentía la necesidad de hacer algo más y de “estar en primera línea de batalla”, por lo que junto a sus compañeros en esos mensajes se ofrecieron a ayudar. Así fue como el Centro Médico Quirónsalud de Madrid, que “tiene varios grupos de hospitales” en la capital, se puso en contacto con ella y con sus compañeros, “aunque cada uno vamos a un hospital según la demanda que haya”.
“Me llamaron hace justo una semana, pero tuvimos que esperar a que todo se asentase y a que preparan todo el papeleo”, continuó la joven, tras lo que explicó que el Gobierno ha permitido que se hagan contratos de trabajo para los estudiantes de cuarto curso de Enfermería y Medicina, entre otras. Por lo que será su primer contrato de trabajo como enfermera, una oportunidad que “a pesar de que estamos en un momento difícil”, le emociona porque “vamos a formarnos mucho mejor como sanitarios, además de que vamos a poder arrimar el hombro”.
Por ello África metió su vida “a toda prisa” en dos “maletones” y cogió ayer a las 12:00 horas el ferry hasta Algeciras, donde cogió a las 15:00 un tren hasta Madrid. A la capital española llegó a eso de las 20:40 horas y se desplazó en taxi hasta el hotel donde vivirá las próximas semanas. No obstante, el viaje con Renfe es gratuito para los sanitarios y el Grupo Quirónsalud le cubre también el alojamiento con pensión completa durante su estancia, por lo que solo tiene que preocuparse de salvar vidas.
Además, el hotel está a media hora a pie o “15 minutos en metro” del hospital, pero deberá llevar siempre encima su permiso de la Delegación del Gobierno para estar en Madrid y el certificado de movilidad de su empresa.
De esta manera, Afri comenzará hoy mismo a trabajar en el Área de Hospitalización de la Clínica Ruber “con los pacientes con COVID-19 que van recuperándose”, siempre bajo la supervisión de un superior “hasta que dure la pandemia y las cosas se normalicen, que será cuando termine mi contrato”.
Muchos de sus compañeros a los que han llamado han dicho que no por miedo. Un miedo que África también siente, pero le pueden mucho más las ganas de “formarme como enfermera pues es mi sueño y mi vocación”. Aunque está “muerta de miedo” porque no sabe lo que va a encontrarse y es consciente de que “esto es una guerra y voy a la primera línea de batalla”, su afán por ayudar a las personas enfermas es más fuerte.