Esta semana se ha celebrado sesión extraordinaria del pleno del Consejo de la Guardia Civil para parar el intento de cancelación de los descansos singularizados adicionales, descansos festivos y descansos por superación de jornada que no se han disfrutado en la fecha impuesta por la Dirección General de la Guardia Civil.
Pueden pensar que son circunstancias aisladas, pero la propia Dirección General ha reconocido que se deben más de 100.000 descansos singularizados adicionales, más de 42.000 descansos festivos y más de 48.000 descansos por superación de jornada. Eso sí, reconocen que todo ha sido producto de una mala gestión y peor control en estos tipos de descansos que ha derivado en esta situación límite y que tomarán medidas para solucionarlo. En definitiva, lo que pretendía la Dirección de la Guardia Civil era sustraer los descansos a los guardias civiles por causas ajenas a la voluntad de los agentes, porque estos descansos no pueden solicitarlos los interesados y, por tanto, dependen del superior jerárquico el nombrarlos.
Otro punto que se trató fue la implantación de los servicios a turnos para una mejor conciliación laboral y familiar de los guardias civiles. La turnicidad es una de las reivindicaciones irrenunciables de las asociaciones profesionales y una de las demandas más reclamadas por los agentes. Una turnicidad que disfrutan los policías nacionales, locales, autónomos y todos los servicios de emergencias desde hace décadas. Sin embargo, esta realidad no impide que la Dirección General de la Guardia Civil se enroque para no implantar la turnicidad en las Unidades del Cuerpo argumentando, como siempre, dificultades organizativas. Un conflicto que no entendemos las asociaciones profesionales, sobre todo, porque en la Guardia Civil existen unidades con un número importante de efectivos que hacen totalmente viable la implantación de la turnicidad.
La resistencia es el nombre de una película muy conocida, pero sin duda es el posicionamiento histórico de la Guardia Civil para equiparar en derechos a los guardias civiles y sus familias. Los más veteranos tenemos en nuestra memoria la imposibilidad de disfrutar un día libre a la semana, era imposible. Padecimos la resistencia en acabar con los servicios de 8 por 8 con jornadas de 16 horas diarias y sin descanso y hace solo unos años, la imposibilidad de disfrutar vacaciones en verano como el resto de los funcionarios públicos.
Todas estas reivindicaciones se han conquistado poco a poco, pero muchos años después que los policías nacionales, autónomos y locales. Ha sido así y lamentablemente seguirá siendo así. Por eso los guardias civiles nos preguntamos: ¿Por qué somos siempre los últimos?
Asi es por desgracia... Pero para las desgracias siempre son los primeros en estar ahi.
Descanso!