Día de la Patrona y jornada de condecoraciones amén de entrega de reconocimientos. La casa cuartel de la Guardia Civil en Ceuta ha acogido ese particular homenaje a agentes que han desarrollado servicios extraordinarios. Entre ellos estaban tres integrantes del Servicio Marítimo a los que se les ha impuesto la cruz con distintivo rojo del mérito de la Guardia Civil tras un servicio en el que se intervinieron 3.000 kilos de hachís y se logró detener a unos traficantes a bordo de una narcolancha.
El sargento Román Revilla y los guardias civiles Manuel Castillo y Agustín Jordán han sido condecorados por esa actuación. Fue en octubre de 2019 cuando estos agentes arriesgaron sus vidas por evitar la escapada de unos narcos que fueron unos auténticos suicidas. Terminaron cayendo al mar poniendo en peligro su integridad física.
En el camino se recogieron los fardos que pretendían hacer desaparecer mientras escapaban y además colocaron los grilletes a los narcos implicados.
Hoy, años después, a esos tres miembros del Servicio Marítimo se les ha concedido una de las mayores condecoraciones.
La patrullera de la base de Ceuta persiguió a los narcos junto a otras unidades del Servicio Marítimo de puntos como Algeciras. Hubo embestidas y finalmente se tuvo que pedir cooperación del helicóptero de la Benemérita para terminar uno de los servicios más arriesgados que se recuerda en la lucha contra el narcotráfico.
Además de los cuatro arrestos se pudieron recuperar los 80 fardos de hachís que, al peso, superaron las 3 toneladas. Este servicio puso de manifiesto la peligrosidad que marca las persecuciones a los narcos y evidenció la tenacidad de unos agentes que no dejaron escapar a quienes intentaban deshacerse de la considerada como prueba del delito: la droga, buscando evitar un juicio ante un tribunal.
Durante al menos 15 minutos los agentes ahora condecorados estuvieron expuestos al riesgo de perder la vida en mitad del mar. Así fue hasta que se obligó a su recogida presionando desde el mar y aire.
Los detenidos fueron entregados a las autoridades en Algeciras como implicados en un delito contra la salud pública y a la base, por aquel entonces ubicada en el puerto deportivo, regresaron sanos y salvos todos los agentes participantes.
La Guardia Civil ha reconocido aquel servicio otorgando una distinción que viene a definir el riesgo al que se enfrentan miembros de una unidad que en el caso de Ceuta tiene que combatir no solo con quienes trafican con drogas sino con los que emplean a los inmigrantes como objeto de comercio y no dudan en arrojarlos al mar o en buscar choques con las fuerzas de seguridad para no ser apresados.
Este suceso que ahora asoma tras el reconocimiento de la Guardia Civil vino a demostrar lo que asociaciones como AEGC siempre denunciaron: “Hoy estamos hablando de un susto, pero podía haber sido más grave. Sin la aparición del helicóptero, que puso contra la pared a los narcos para que auxiliaran a los guardias civiles, no sabemos qué hubiera ocurrido. Nos hubiéramos encontrado a los compañeros nadando y una embarcación a la deriva que les podría haber causado daños graves, con un serio riesgo para sus vidas y su integridad”, dijo entonces la asociación.
La medalla de ahora alude a lo duro del pasado.
Otras condecoraciones de la jornada
En esta jornada, además, se han impuesto varias cruces con distintivo blanco y una cruz de plata del mérito de la Guardia Civil. Además ha habido un reconocimiento a las víctimas del terrorismo.
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo ha sido entregada al capitán Jesús Santiago Recio Cano. La cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco ha sido entregada al sargento primero Mohamed Laarbi Elsain Hicho y a los guardias civiles Irene Vivas Martínez, Juan Carlos Martín Conejo, José Vicente Botella Calvo, Gustavo Javier Benedicto Guerrero y Fernando Manuel García Álvaro.
La insignia de la Real Orden de reconocimiento civil a las víctimas del terrorismo ha sido impuesta el cabo primero José Arcadio Romero Vázquez y la cruz de plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil le ha sido concedida al coronel Gabriel Domínguez e impuesta por el director general de la Benemérita.
La cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco ha sido impuesta al teniente Juan Manuel García Pina, al cabo primero Antonio Jesús Cano Rando y a los guardias civiles Cristian García Gaona, Luis Fernández Larena Avellaneda, Raúl García Montero y Gema del Real Torres.
A ellos se han sumado el cabo primero Jacinto David Ruano Canca y los guardias civiles Jorge Robledo Santiago, José Manuel Muñoz Rodríguez, Francisco Javier López Fernández, Juan Carlos Paz Rondón y Manuel Isaac Rodríguez.
Personal ajeno al Cuerpo que ha sido reconocido
Como personal ajeno al Cuerpo han sido distinguidos con la cruz de la orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco el comandante naval Millán Leira Neira, el inspector del CNP, José Antonio Navarro Ramírez y la Cruz Roja.
Entre otros reconocimientos se ha dado el premio a la excelencia académica para hijos de guardias civiles acordándose su entrega a Paz Sánchez Pantojo, hija de la capitana Concepción Pantojo, al haber obtenido la mejor calificación en la ESO 2023 entre hijos de agentes. La premiada ha estado acompañada del subdirector del colegio San Agustín, padre Alberto Gadea. El premio lo ha entregado la secretaria general de HABECU Sevilla, Adelaida Bravo.
Se ha distinguido como agradecimiento a José Luis Fernández Medina, gerente de Amgevicesa.
En el acto ha habido un homenaje a los caídos y además se ha entonado el himno de la Guardia Civil.
Grandes , Grandes !!! Honor y Gloria para los compañeros . Demasiado poco se os da .
A Y AHORA LE SUBEN LA PAGAN Y YA LA IPOTECA A ELLOS NO LE AFECTA Y ALOS QUE SE JUEGAN LA VIDA SUBIDO EN UN ANDAMIO QUE LE DEN
Y pregunto: ¿Cuándo van a aprender la gran mayoría de los que visten un uniforme el lugar correcto donde se pone el pisacorbatas? Felicidades a todo el personal de la Guardia Civil.
El pisacorbatas no es reglamentario, así que el que lo lleve lo puede poner donde le salga del alma. Aquí cualquier imb. anda pasando revista al personal, patético.