Un informe elaborado por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de la Guardia Civil recoge la necesidad de un replanteamiento absoluto de la valla fronteriza con Marruecos, al objeto de adaptarla a las características de las últimas entradas de subsaharianos que se han producido tanto en Ceuta como en Melilla.
El informe recoge que se debería “valorar” por parte de la autoridad que corresponda la “viabilidad de modificar el actual diseño de la valla fronteriza, teniendo en cuenta el grado de organización, agresividad y violencia empleada, que pone en riesgo la vida e integridad física de los guardias civiles que intervienen ante la entrada masiva e incontrolada de inmigrantes”.
La conclusión, referida por el Servicio de Prevención, se ha efectuado tras la entrada de julio pasado en Melilla, y en dicha conclusión se pone de manifiesto la situación registrada en las fronteras con una clara “insuficiencia de medios materiales y humanos para responder adecuadamente ante un salto de la valla agresivo”. Puntualiza además que la “infraestructura de contención fronteriza” es “inadecuada” por lo que se recomienda la adopción de esas medidas preventivas para “eliminar las causas que originaron el accidente y evitar que se produzcan otros similares”.
AEGC: "este informe nos da la razón"
La Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) ha indicado en declaraciones a El Faro de Ceuta que no se puede permitir el mantenimiento de unas vallas en las que los agentes se exponen a resultar heridos porque, además de la falta de medios, se está ante unas infraestructuras obsoletas, construidas a finales de los 90 e incapaces de frenar episodios como los que se vivieron en Ceuta el pasado verano y que, también, se han repetido en distintas épocas en Melilla. La asociación lleva años respaldando la adopción de medios para evitar episodios como los registrados y para garantizar la seguridad de las personas.
La Asociación apunta que el hecho de que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales indique esto en un informe es el reconocimiento de que “nuestras quejas han estado siempre justificadas. Que la petición de más medios de autoprotección para los guardias civiles no era un capricho porque como dice en dicho informe el servicio de prevención de riesgos en estas condiciones se pone en riesgo la vida e integridad física de los guardias civiles que intervienen ante la entrada masiva e incontrolada de inmigrantes”.
Inmigrantes que AEGC lleva años “denunciando que están organizados. Sus asaltos se producen en momentos concretos y no en otros porque cuentan con información que les permite conseguir que el mayor número de ellos logren su objetivo. Y además, ya no les importa el daño causado a terceros y, como hemos denunciado, nos atacan con acido, excrementos, orín y con todo lo que pueden tener a mano”, añade la entidad.
AEGC aclara que no necesitaba este informe para saber cuáles eran las necesidades en la frontera de Ceuta y por extensión en Melilla porque ambas ciudades autónomas tienen los mismos problemas. “No necesitábamos que el Servicio de Prevención nos dijera que estamos escasos porque llevamos año demandándolo por todos los conductos oficiales y extraoficiales (medios de comunicación). Años en los que se nos ha ignorado tanto desde la DGGC como desde el Ministerio del Interior. Ahora esperamos que con este duro informe en el que el Servicio de Prevención le deja a la Dirección nuestras costuras al aire se pongan manos a la obra y nos den los refuerzos de personal que reclamamos, ampliación de la plantilla en 200 guardias civiles más, material antidisturbio de autoprotección para cada agente (casco, chaleco antitrauma, espinilleras, coderas) y por su puesto que se de otra solución a esas vallas que solo sirven para exponernos aún más a los asaltantes. Unas vallas obsoletas, con casi 20 años de antigüedad, e incapaces de frenar los asaltos que protagonizan los inmigrantes”.
AEGC, con este informe, tiene la intención de volver a llevar al Consejo de la Guardia Civil sus exigencias y de pedir al Ministro del Interior que de una vez por todas “se preocupe por la seguridad de sus subordinados y deje de mirar para otro lado porque en cualquier momento, uno de estos asaltos, puede ocasionar desgracias irreparables y en esta asociación no estamos dispuestos a aceptarlo”.