La
Guardia Civil ha sacado del agua el cuerpo sin vida de un varón, de origen
marroquí, a la altura de Juan XXIII, en Ceuta. Se trata de un adulto cuyo cadáver ha sido trasladado por las unidades de la Benemérita hasta la base del
puerto deportivo, para su posterior inspección por parte del forense así como de la Policía Judicial. Esta persona, según los primeros datos, llevaba fallecido unas 24 horas. El aviso lo dio Marsave cuyos miembros estaban realizando sus labores de control de las playas. No se tienen datos sobre su identidad, algo en lo que ahora trabajarán los agentes del Instituto Armado para intentar conocer de quién se trata así como si porta documentos que puedan servir para tal fin. El joven vestía traje de neopreno por lo que se sospecha que pudiera ser uno de los nadadores que intentan, en estos días y de manera constante, su entrada en la ciudad por alguno de los espigones fronterizos.
Si no lleva documentos será complicado dar con los datos del fallecido, salvo que haya constado alguna denuncia sobre su desaparición como acostumbran a publicar los familiares una vez que no tienen datos sobre el paradero de los que parten de Marruecos con vistas a cruzar a nuestra ciudad. Este mes está siendo intenso en cuanto al rescate de cuerpos sin vida en el mar, tanto adultos como menores a los que se les ha podido identificar o no, según las gestiones que han podido llevarse a cabo que, en muchas ocasiones, son complicadas.
La frontera sur sigue acogiendo crónicas de desgracias, de muertes y desapariciones que se ajustan a la constante presión ejercida por vía marítima por quienes quieren escapar de su país para cruzar a Ceuta, con vistas después a partir a la Península. En muchas de esas salidas ha pesado como efecto llamada las peticiones de asilo que, en muchos de los casos, al verse aceptadas y posibilitar su salida generaban la consecuencia de alentar a próximos pases.