La Guardia Civil de Ciudad Real se ha incautado de 500 kilos de hachís que estaban en el interior de una furgoneta que circulaba por la autovía A-4, cuyo conductor se dio a la fuga a través del Parque Natural de Despeñaperros, cuando el vehículo fue interceptado por agentes del instituto armado.
En una rueda de prensa, la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros, ha calificado la operación como un "gran golpe" al tráfico de droga, ya que la A-4 es uno de los principales ejes en el transporte terrestre de droga desde Marruecos a la península, para ser distribuida en España y otros países de Europa.
Herreros, acompañada por el coronel jefe de la Comandancia de Ciudad Real, Humberto Urruchi, ha explicado que la droga intervenida se encontraba escondida y dispuesta en 14 fardos en un vehículo de alquiler que fue abandonado por su conductor al ser interceptado por la Guardia Civil, y que, en estos momentos se encuentra en búsqueda y captura.
La actuación, que se desarrolló en el término municipal de Almoradiel (Ciudad Real), se llevó a cabo después de que agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecid) de la Comandancia de Ciudad Real, observaran una maniobra de evasión por parte de un vehículo que comenzó a circular a gran velocidad por la vía.
Su conductor, al ver que estaba acorralado por las patrullas del dispositivo, emprendió una huida a pie por el paraje del Parque Natural de Despeñaperros.
De acuerdo con la investigación, se trata de un varón de 34 años y vecino de Villafranca del Penedés (Barcelona) que ha sido investigado por un delito contra la salud pública y contra la seguridad vial y que, según la subdelegada del Gobierno, fue quien alquiló la furgoneta en un lugar que no ha sido determinado.
La operación sigue abierta y las diligencias han sido puestas a disposición del juzgado de Instrucción de Valdepeñas (Ciudad Real), ha informado Herreros.