Agentes de la Guardia Civil detuvieron en la tarde de este miércoles a un vecino de Ceuta que desembarcaba con su vehículo completamente forrado de pastillas, en concreto casi 70.000 de Rivotril. Las tenía escondidas por todo el coche, tanto en puertas traseras como delanteras. Las sospechas levantadas en el momento del pase por el control establecido, llevaron a los componentes del Instituto Armado a revisarlo de manera exhaustiva, encontrando uno de los mayores lotes de pastillas que se ha intervenido hasta la fecha.
Al momento se procedió a la detención del conductor, un vecino de Ceuta, así como al decomiso de las pastillas y del coche usado, un modelo Mercedes. La intervención es destacada: por un lado es uno de los servicios más importantes en cuanto a número de pastillas intervenidas y, segundo, estarían valoradas en el mercado negro en más de 300.000 euros.
Una de las mayores intervenciones
El lote intervenido tendría como destino no solo el abastecimiento local, dado el elevado consumo de pastillas que se está registrando, sino también su envío a Marruecos sorteando el cierre fronterizo con alternativas de tráfico, entre ellas el empleo de drones. De hecho esta misma semana, las fuerzas marroquíes interceptaron un dron cargado con más de 700 tabletas en el lado fronterizo del Tarajal del vecino país.
Tráfico de cocaína y pastillas
El tráfico de pastillas y cocaína hacia el otro lado se ve respondido con la entrada de hachís en Ceuta.
En el vecino país el Rivotril es utilizado para elaborar karkubi, una droga mezclada con hachís que es harto consumida en muchos barrios desfavorecidos. La entrada de este tipo de sustancias a Ceuta verifica un mercadeo claro de pastillas procedentes de la Península para su posterior distribución. La posesión de las mismas supone la comisión de un delito contra la salud pública.