La Guardia Civil se ha convertido en una especie de ‘gorrilla’. Así al menos lo cree la Asociación Española de la Guardia Civil -AEGC- que no entiende cómo la Delegación del Gobierno en Ceuta no mueve ficha para eliminar el punto de control tercermundista ubicado en la rotonda que conduce al hospital y en donde los guardias civiles se convierten en meros guías de información para las familias protagonistas de la OPE.
Un toldo como los que cualquiera puede tener en su patio para el veraneo. Ese es el punto de control que en Ceuta tiene el Instituto Armado y en donde hacen servicio dos guardias civiles de manera permanente. Desde allí su encomienda es impedir que los vehículos con magrebíes que quieren ir a Marruecos se confundan y acudan al Tarajal sin desviarse antes a la explanada de embolsamiento.
Para tan ‘delicada’ función se da orden a la Guardia Civil para que destine a dos efectivos del Cuerpo estableciendo un turno fijo. El toldo se mueve a hombros de los propios guardias según dé el sol.
A Ceuta la Dirección General no ha destinado alumnos en prácticas y a las bajas por vacaciones y jubilaciones se suma una presión en el mar que va a más. Buen ejemplo es lo sucedido este lunes con traficantes que se las saben todas para la comisión de los delitos. Y en ese saberse todas entra el conocimiento de la merma de la plantilla de la Benemérita.
La detención de los implicados en el desembarco que se produjo en el Recinto se llevó a cabo aprovechando la carestía notable de guardias civiles y echando mano de patrullas que se encontraban en la otra punta de Ceuta ya que las fijas establecidas en la carretera nacional -que estaban mucho más cerca físicamente de las que tuvieron que actuar- no pueden retirarse del punto.
Lo que hace la asociación de guardias civiles es trasladar la indignación que hay en el Cuerpo porque otro año más se incurre en la misma decisión incongruente cuando además se tiene la experiencia del choteo que, en estos meses, intentan hacer los narcos y traficantes de personas a las fuerzas del orden.
“Tienen a una patrulla hipotecada haciendo de punto de información bajo un toldo”, denuncia la asociación. Y esta decisión se toma alegremente teniendo efectivos que parecen ‘gorrillas’ mientras siguen produciéndose intentos de salto por la valla de manera permanente funcionando solo patrullas unipersonales amén de que está aumentando la presión marítima sobre los espigones.
“En vez de estar vigilando la costa que es nuestra principal función, estamos de ‘gorrilla’ bajo un toldo para decirle a la gente que tiene que coger un ticket en una explanada y mientras intentan meternos inmigrantes por todos lados”.
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