Juanmi Armuña ha sido y sigue siendo uno de los mejores compañeros que he tenido. Noble, generoso y amigo. Son muchas las historias compartidas, cuantiosas las vivencias y aprendizajes. En ese camino que aún hoy continuamos perdimos a gente con una marca que les hacía ser distintos, personas irrepetibles, personas queridas y respetadas por ambos.
Se nos fue Ana, se nos fue Reduan. Eran únicos, rompían moldes y convertían ese camino hacia El Faro en algo distinto.
Juanmi brilló ayer en su pregón de Carnaval, quién mejor para escribirlo que su apreciado Diego, y qué mejor momento para recordar a quien era por derecho ‘su hermana’.
Ana quería con locura a Juanmi y nuestro ‘Quijote’ vistió de gala ese cariño buscando su recuerdo en el que sin duda ha sido uno de los momentos más especiales de su vida.
Ana, por derecho, tenía que estar ahí y lo estuvo.
Lo estuvo en las palabras de Juanmi, en su pregón y en las emociones de quienes pensamos en ese chupito, en cómo Ana habría estado la primera entre el público sintiéndose feliz por su hermano Juanmi, por sentirse partícipe de una noche tan especial.
Habría leído antes su pregón, le habría aconsejado como un hermano, un amigo, incluso un hijo. Porque Ana era un poco la madre de muchos, la que te daba un abrazo cuando sabía que estabas mal, la que sacaba las uñas para defender a los suyos.
Gracias Juanmi por no olvidarla, gracias por seguir siendo quien eres y por hacer que enfrentarse a este mundo cueste un poco menos al recordar que hay compañeros como tú, como Ana y como Reduan.
Muy bien por Juanmi, es una gran persona.
Como bien dices todo un detalle que se haya acordado de Ana, una persona entrañable y maravillosa.
Y de Reduan, que decir, todo lo bueno que se diga de él es poco, gran persona donde las haya.