La
operación Etxea, llevada a cabo por la
Guardia Civil en Ceuta para desmantelar la organización dedicada al intercambio de
hachís y pastillas burlando fronteras mediante el uso de narcodrones, ha sumado un nuevo detenido. Se trata de una de las personas a la que la Guardia Civil quiso detener en la fase estelar de la operación, ejecutada en la barriada del Príncipe que quedó completamente blindada con los GRS. Cuando los agentes acudieron a su vivienda, sorpresivamente ya no estaba, por lo que a pesar de ser uno de los sospechosos que obraba en la lista de investigados, no se le pudo poner los grilletes. Así fue hasta que hace unos días se le interceptó en un control de tráfico, procediéndose a su detención. Tal y como han confirmado fuentes judiciales, el detenido -el número once del operativo- fue trasladado ante la autoridad judicial el fin de semana, prorrogándose su detención hasta este mismo lunes para que fuera presentado ante el juzgado de instrucción número 3 que lleva la causa. El magistrado dispuso fianza de 3.000 euros para evitar la entrada en prisión.
La investigación continúa protegida por la figura del secreto de sumario
La investigación continúa bajo secreto de sumario, al objeto de no entorpecer algunas detenciones que quedan por practicar, aunque la Benemérita, con este último arresto, considera que se ha dado con los principales implicados en el caso.
Los detenidos con anterioridad, diez en total, ingresaron en la cárcel de Mendizábal en distintos momentos. Los arrestados en el puerto cuando desembarcaban con pastillas fueron a prisión nada más ser puestos a disposición judicial. El resto -los detenidos en el Príncipe y los cinco arrestados cuando se iba a llevar a cabo un intercambio de hachís por pastillas- entraron en prisión bajo mandamiento judicial tras la finalización del operativo que llegó a movilizar a varias unidades del Instituto Armado.
El tráfico se producía en intercambio entre hachís y pastillas psicotrópicas
La ‘Etxea’ ha dado al traste con una red dedicada al tráfico de drogas, nutriéndose del empleo de narcodrones para facilitar las entradas de hachís en pequeñas cantidades con destino a Ceuta o para sacar pastillas psicotrópicas con destino al vecino país. Pastillas que son utilizadas para la fabricación de la denominada droga de los pobres, el karkubi.