Cuando estaba a punto de finalizar la reunión, celebrada este martes, entre el Gobierno y la comunidad musulmana sin llegar a un acuerdo, parece que se hizo la luz. Existe un compromiso por parte del Ejecutivo de Vivas de estudiar un protocolo que pueda permitir la realización del rito de la Pascua del Sacrificio, con la autorización del matadero municipal como punto principal para la realización. Tanto la Ciudad como la
comunidad musulmana tuvieron
un primer encuentro la semana pasada y quedaron citados para un nuevo encuentro este martes con la intención de analizar la situación. Pero las cosas también han ido cambiando, puesto que el pasado domingo se conoció
el comunicado de la Plataforma de las asociaciones religiosas, culturales, sociales y vecinales donde le pedían a la Ciudad Autónoma que “reflexionara”. La comunidad musulmana representada en esta reunión pudo comprobar nada más sentarse con el
presidente de la Ciudad, Juan Vivas y varios de los consejeros de su gobierno, entre ellos, el de Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero, que la intención del Gobierno seguía siendo la misma: no se hacía el rito. La postura seguía siendo la misma que hace siete días, pero se abrió una opción de acuerdo antes de la finalización de la reunión, justo cuando ya acababa. Así lo ha ido informando El Faro en todas las fases de una reunión clave para la celebración de esta fiesta. Sin embargo, antes de levantarse de la reunión, cuando parecían que ambos lados no se ponían de acuerdo, se llegó a un entendimiento, al menos de estudio. El Gobierno acepta estudiar las propuestas de la comunidad musulmana para una posible celebración del rito en la Pascua del Sacrificio, cediendo ambas partes en sus planteamientos. Además, desde el Gobierno les comentaron en un principio a sus interlocutores que el virus aún se encuentra entre nosotros y que no estaban dispuestos a la posibilidad de un rebrote si sucede cualquier tipo de problema y que están obligados por la propia legislación a tomar medidas de salud pública para preservar al conjunto de los ceutíes. Los políticos locales intentaron convencer de la situación a los representantes de la comunidad musulmana, pero los mismos tenían muy claro y defendieron el comunicado que dieron a conocer el pasado domingo. Dijeron que se les tenía que haber consultado a ellos antes de tomar una decisión y no haberse adoptado de manera unilateral por parte del Gobierno esta decisión. Por otro lado, tienen la suficiente capacidad organizativa para desmontar los denominados ‘puntos calientes’ que son la base de los informes oficiales: elección de la cabeza de ganado, recogida de la misma y el sacrificio en las carpas. Es ahí donde se han emplazado para próximas reuniones, con el objetivo de la búsqueda de un acuerdo que pueda autorizar el rito. Sin dejar de lado, transmitieron que existe un gran malestar en la comunidad porque entienden que han dado ejemplo a lo largo de estos tres meses y que además no es lo mismo la situación a finales de julio que hace dos meses porque ya la gente va a la playa y también sale todo el mundo a la calle. Su conclusión fue muy clara: “Si no hay rito no existe festividad”.