Corren malos tiempos en las relaciones entre
PP y
PSOE, malos tiempos que se visualizan en los acercamientos que parecen estar gestándose entre populares y Vox. Una decisión conocida este jueves podría suponer la ruptura de las relaciones amistosas Vivas-Hernández, ya que se ha anunciado que se va a prescindir del director general de Barriadas y de los
controladores, casi todos socialistas. La dirección general la ocupa Antonio Muñiz mientras que los controladores son los socialistas José Antonio Carbonell, Melchor León, Omar Chaib, Abdelhak Amrani y Malika Naryis. El único popular es Alonso Ruiz. Además tampoco se va a pagar la antigüedad y trienios a los directores generales que proceden de otra Administración, haciendo que esa parte corra a cargo de la estatal, tal es el caso de Leon Bendayan o de Malika Al-Lal. Esta medida sería la ejecución de ese ahorro del 25% en gasto de personal eventual y directores generales que se anunció con motivo de la pérdida de inyección de 7,2 millones del Estado. Lo que no se sabe es cómo habrá sentado esta decisión al PSOE. ¿Qué pasa ahora con las relaciones políticas? El Gobierno se niega a decir que hay un acercamiento con Vox y considera que buena parte de los acuerdos se están haciendo por mayoría con los partidos. Pero la realidad es que se llevan mucho mejor con estos últimos que con los primeros. Del PSOE la Ciudad solo dice que pueden estar molestos o incómodos por el incumplimiento hecho por el Gobierno de dar las subvenciones en cuestión de agua y de condición fronteriza, lo que les habría llevado al extremo de emplear términos en sus notas de prensa del calado de traición. Veremos si en próximos movimientos políticos se visualiza más ese acercamiento entre PP y Vox a la vez que el alejamiento con los socialistas, cuyas muestras de malestar son cada vez más evidentes.