Hoy he visto la foto de nuestro amigo Saúl Ibáñez, con esa camiseta negra del Ceuta, recogiendo su bien trabajado premio por la constancia y el estudio a esa ciencia-arte, como es el ajedrez.
Allá en la otra orilla en la ciudad hermana peninsular de Algeciras (Cádiz), tuvo que marchar nuestro caballa y orgulloso ajedrecista, para decir a los suyos, esos que viven en la Ciudad Autónoma de Ceuta, que existe un deporte como es el ajedrez, y que además hay representantes ceutíes que lo practican, y muy bien como demostró en el I Open Internacional del Estrecho, donde parte de nuestro gen caballa partió hacia una misión imposible de jugar contra una élite que todos decían que iba a salir mal parado, pero Saúl fue allá y sin importarle lo que le pasará fue demostrando la valía de un ceutí, y jugando contra ellos, superiores, salió con la cabeza bien alta y orgulloso por su cheque que de ser el mejor jugador con el tramo 1600, ya que tuvo el coraje de ganar a varios que le superaban con creces.
Querer es poder y el lo hizo por una Ceuta y por el futuro del ajedrez caballa.
Un gran joven que con sus diecinueve años está pegando en las puertas de la gloria del ajedrez.
"Querer es poder y el lo hizo por una Ceuta y por el futuro del ajedrez caballa"
Eso sí, fue acompañado por otro jugador, debutante, aunque con sus añitos y también arrancó puntos que los celebro con un coraje y dedicatoria a todos los seguidores de esta minoría pero muy ruidosa afición del ajedrez caballa. Gracias Tello por acompañar, disfrutar y mantener ese alto grado de jugadores caballas en otros lugares donde el ajedrez gana adeptos y pantallas de medios de difusión y subvenciones de los distintos municipios.
Seguirán nuestros pupilos del ajedrez yendo a jugar a la península y aunque tengan que pagar todo de sus bolsillos seguirán representando a esta Perla del Mediterráneo por todos los rincones de nuestra querida y amada España.