-
Atasco kilométrico en la N-352. Las colas de vehículos hacia la frontera llegaron por la tarde cerca de Juan XXIII. Transportistas, vecinos, usuarios de servicios públicos y vecinos nunca saben a qué hora llegarán a su destino
Martes, 19.00 horas en la carretera de la frontera del Tarajal. Cientos de coches se dirigen a Marruecos y tanto conductores como pasajeros tienen que armarse de paciencia.
Un día más en el que se ha formado un atasco kilométrico en la nacional (N-352) y, de nuevo, tocó aguantar. Hasta cerca de tres horas tuvieron que esperar los primeros conductores en quejarse por las retenciones, en torno a las 16.30 de la tarde. Durante todo ese tiempo, estas personas aseguran que solo consiguieron cubrir la distancia entre el cruce de la Almadraba y la rotonda de Arcos Quebrados.
Las colas llegaron a las 19.00 hasta el Pabellón Díaz Flor, entre Miramar Bajo y Juan XXIII. Al cierre de esta edición, el pronóstico era que la situación empeorase hasta bien entrada la noche y el colapso circulatorio afectase al resto de la red viaria colindante.
La temperatura, las bocinas de los coches, las horas perdidas al volante, los avispados que aprovechan cualquier descuido para colarse y la sensación de estar retenido en el coche no hicieron más que acrecentar la angustia de los usuarios de esta vía que conecta Ceuta con el país vecino.
La pregunta fue unánime: “¿Por qué las autoridades competentes no pueden solucionar de forma temporal las colas de la frontera mientras llega la cacareada reforma de la Nacional 352?”. Eso es lo que les gustaría saber a todas estas personas atrapadas en sus vehículos. Turistas, transportistas, usuarios de servicios públicos y vecinos que nunca saben cuándo llegarán a su destino.
Mientras, en la playa del Tarajal, los porteadores continuaban acumulándose cuando el reloj rondaba las 20.00 horas. En la oscuridad, quienes intentaban el último pase y guardaban turno para este miércoles se mezclaban en el arenal. Asimismo, una nutrida bolsa de camalos con mercancías seguía atenta la posibilidad de acceso por la frontera del Tarajal.