El Monte de Aranguren alberga un fuerte que lleva el mismo nombre y que cuenta con elementos similares a los que están en toda la línea de Sierra Bullones, el de Benzú que desapareció cuando comenzó la actividad de la cantera, el de Anyera, pasando por el de Isabel II, el de Francisco de Asís, Piniers, Mendizábal y el Fuerte de Príncipe Alfonso. Se trata de otro Bien de Interés Cultural en Ceuta cuya importancia histórica no ha impedido su deterioro ni la degradación de su entorno.
“Todos estos fuertes surgen en el contexto de la Guerra de África, de 1859 y 1860, y cuando en el año 60 se firma el Tratado de Wad-Ras, uno de los acuerdos era la ampliación de los límites de Ceuta”. El presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, contó que los límites de la ciudad se ampliaron significativamente, y que para defender esta nueva línea de frontera se mandó a los ingenieros militares de la Compañía Central de Ceuta, el diseño y construcción de una serie de fuertes de tipología neomedieval que estaban conectados visualmente, con una arquitectura singular y llamativa.
“Pues tienen un esquema parecido, suelen tener un foso seco alrededor del propio fuerte, luego suelen tener una o dos plantas como mínimo, algunos tienen una planta más y tienen su cubierta. Fueron diseñados para que fueran autónomos, eso significa que todos tienen un pozo y un aljibe para las tropas que se alojaban en estos fuertes, porque eran puestos de vigilancia y defensa”, agregó.
Pero el Fuerte de Aranguren, al igual que los otros, tiene sus particularidades y su propia personalidad, así como lo contó Pérez Rivera: “Tiene como elemento llamativo una escalera helicoidal en su interior, luego en cuanto a la tipología es un poco más estrecho y el foso es similar a los que encontramos en otros de los fuertes, pero quizás lo de la escalera es bastante llamativo y específico de este fuerte”.
Como anécdota sobre el lugar, Pérez Rivera recordó que existen informes de finales del siglo XIX, específicamente en 1898, que hablan de que en el Fuerte de Aranguren había un Destacamento de Infantería a cargo de un comandante con un pequeño grupo de soldados que vivía allí porque el fuerte tenía su propia cocina y su propio pozo. Aunque hacían su relevo, estaban permanentemente a cargo de la custodia del fuerte y cumpliendo con la función que les correspondía, que era la vigilancia de una singular zona desde donde se ve a la perfección el Estrecho y la Bahía de Beliones.
Sin embargo, sus singularidades y, más importante aún, su legado histórico no han sido suficientes para que su mantenimiento sea una prioridad. Un incendio arrasó con toda una hilera de pinos de muchos años que hubo que cortarlos y todo eso alteró la estampa atractiva que significaba un fuerte rodeado de árboles. Pero este no es el único problema.
“Bueno, el problema más grave que presenta el Fuerte de Aranguren, desde el punto de vista de su conservación, es una enorme y ostensible fractura vertical que ha surgido de un lado de la edificación, cuya causa es que el fuerte esté asentado sobre una falla geológica que está activa, lo que ha hecho que este movimiento haya causado este problema estructural que lleva muchos años y que requiere de algún tipo de solución técnica, sobre todo para asegurar la estabilidad del edificio”. Pérez Rivera comentó que a finales de los años 90 se puso en marcha una escuela taller para la recuperación del fuerte, pero no se pudo llevar a cabo precisamente por su grave problema de conservación.
La mayoría de estos fuertes ha pasado a propiedad de la Ciudad Autónoma de Ceuta, con el propósito de recuperarlos y ponerlos en valor para darles determinado tipo de usos. Pero el Fuerte de Aranguren es el que presenta el problema de conservación más grave.
“Es urgente que se actúe y que sobre todo se haga un seguimiento periódico sobre si sigue habiendo una presencia de nuevas grietas en el inmueble. Está esa grieta que se ve en la parte exterior y en la parte interior del fuerte que está cegado porque hubo problemas de ocupación y de acumulación de residuos, con lo cual consideramos necesario que se actúe lo antes posible, sobre todo para garantizar la conservación y la protección futura del edificio”, explicó Pérez Rivera.
El presidente de Septem Nostra propuso poner en marcha un proyecto de restauración integral que no solo contemple la propia recuperación del fuerte, sino también su entorno que requiere de limpieza constante.
“El fuerte de Aranguren forma parte de una red desde el punto de vista histórico que surge en el contexto de la Guerra de África, pero ya en los tiempos actuales, con una nueva visión del aprovechamiento de los recursos patrimoniales, ha permitido el diseño de una red de senderos por parte de la Federación de Montaña y Escalada de Ceuta y una de las líneas de senderos más interesantes es justo la que une a estos fuertes”, señaló Pérez Rivera.
La importancia del de Aranguren se puede resumir en que en la actualidad podría servir para contextualizar históricamente toda esta línea de fuertes de época contemporánea, de tipo neomedieval. Asimismo, por la visión que tiene del Estrecho también podría servir para el avistamiento de aves y para explicar la flora y la fauna. Pero para ello hace falta un plan global y que se habiliten los fondos necesarios para ejecutarlo. “Creo que en Ceuta hay que aprovechar elementos tan singulares como el Fuerte de Aranguren y aprovecharlo también desde el punto de vista turístico. Ya desde hace algunos años, las asociaciones de senderistas sí que le han dado bastante auge a aprovechar estos antiguos senderos par hacer deporte, pero también pueden servir como recursos turísticos de primer orden, pero para eso hay que acondicionar y mantener”.
Mantenimiento, recuperación, señalización y adecuación. Eso es lo que se necesita para aprovechar las enormes potencialidades que tiene el Fuerte de Aranguren y que actualmente están siendo desaprovechadas. “Ceuta tiene elementos suficientes para convertirse en un lugar atractivo para las personas que se sientan interesadas por el deporte y la naturaleza o personas a las que les interese la historia militar o la historia en general, y estos fuertes pueden ser un elemento de atracción para conocer la ciudad a través de su patrimonio”, dijo Pérez Rivera.
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