La situación por la que atraviesa la frontera esta semana, con constantes retenciones en la parte marroquí, colas kilométricas y
una espera de varias horas para poder entrar a Ceuta, están llevando a algunos vecinos ceutíes a alzar la voz por la situación que, cada verano, suele presentar la entrada por Tarajal. Un vecino de la barriada del Morro ha denunciado que, además, esta situación supone una pérdida enorme para la economía de la ciudad. "Todos los coches de gama alta que están esperando a entrar, y que vienen de Rabat o Casablanca, se dan la vuelta, hartos de esperar", explica. Narra su odisea en la tarde de este jueves: "Venía de Castillejos y, sobre 17.45 de la tarde, volvía a Ceuta", cuenta. Una vez en la frontera, "en la parte marroquí tienen todos los carriles abiertos", prosigue, pero cuando se encontraba en el acceso a España, comenzó a ralentizarse el tráfico. "He tardado tres horas y media en pasar", denuncia. Por la mañana, camino a Marruecos, asegura que no ha tenido ningún problema al pasar por la frontera. Además, no comprende cómo en su caso, con un vehículo "vacío", tiene que pasar por el mismo suplicio que los coches que utilizan, y pone como ejemplo a los turistas, o bien personas que van a comprar a Marruecos y vuelven "cargados". También señala la situación del porteo, que considera como algo "normal" que ralentice la entrada de vehículos a Ceuta. La Delegación de Gobierno apuesta por la llamada frontera inteligente para acabar con estas situaciones que exasperan a los vecinos. Con este sistema habrá un reconocimiento facial de las personas que vienen, aunque queda por determinar el orden que tendrá que poner en Marruecos sus autoridades para que esto, realmente, sea un éxito. El funcionamiento inicial, a modo de pruebas, se ha señalado para este mismo mes de julio.