La historia del joven que a finales de junio
la emprendió a patadas contra un retrovisor de un coche patrulla de la Policía Local de Ceuta, historia que se hizo viral porque grabó y subió el video a redes, se va retorciendo en comisarías y juzgados. Tal y como publicó El Faro, el detenido y el policía, que es uno de los agentes que en su día lo trasladó a dependencias policiales por los daños causados al zeta, han terminado en diligencias que recogen las dos
denuncias que se han cruzado:
el funcionario al chico por propinarle un puñetazo en el ojo, algo que este ha reconocido; y viceversa por hacer uso de una defensa extensible para responder a su golpe cuando supuestamente estaba fuera de servicio la madrugada del jueves de la semana pasada en las inmediaciones del recinto ferial. Eso lo instruye el Juzgado de Instrucción número 5, pero no son las únicas pesquisas oficiales que los mezclan o podrían hacerlo. Y es que el pasado 29 de junio, la familia del joven tuvo conocimiento de que por los teléfonos de media ciudad y en redes sociales circulaban dos imágenes de su allegado: una sentado en el coche justo después de ser arrestado por lo de los retrovisores y otra que todavía puede verse en grupos de
Facebook frecuentados por miembros de las Fuerzas de Seguridad, ya dentro de la Jefatura Superior de la Policía Nacional, donde fue entregado a ese Cuerpo. Su madre, María José Chacón, denunció los hechos y los investigadores que se hicieron cargo le pidieron “máxima discreción” habida cuenta de la gravedad del suceso. “Los policías nacionales nos enseñaron el recorrido que hace la Guardia Civil o la
Policía Local con un detenido por sus instalaciones y defendieron que seguro que el autor de la imagen no había sido uno de sus compañeros, pero de sus indagaciones al respecto todavía no sabemos nada”, explica la mujer. “Mi hijo cometió un delito y tiene que pagar lo que corresponda por él, pero los agentes también tienen que cumplir con sus obligaciones y con la ley”, defiende la progenitora, que no tiene ambages en reconocer que parecía “evidente” que su vástago estaba bajo el efecto de sustancias estupefacientes aquella jornada de junio cuando pateó un coche oficial, pero no la noche de Feria en la que se topó con uno de sus captores. Ahí es donde se entrelazan los hilos de las tramas secundarias. Su hijo ha declarado que el agente de la Local, que fue uno de los que le trasladaron cuand causó aquellos daños a la Jefatura, estando fuera de servicio, le agarró en el recinto ferial y le dijo: ‘O tu madre quita la denuncia o te voy a buscar la ruina’. Supuestamente al rato, a eso de las 5.30 horas, ya en la zona del paseo de La Marina, ambos se cruzaron de nuevo y tras “otra provocación”, dice la versión de parte, el joven le propinó un puñetazo en el ojo al agente, algo que no niega. Entonces el funcionario habría desenfundado una defensa extensible con la que, a juzgar por el vídeo que se grabó acto seguido en plena calle, le zurró al menos en brazo y pierna izquierda.
"Doble vara de medir"
La madre critica que en la gestión del asunto ha habido una “doble vara de medir” tanto por la Policía Nacional como por la Justicia. Primero, porque al agente se le trata en todo momento, incluso en documentos oficiales, por su número policial “pese a encontrarse fuera de servicio”. Además, cuando el joven fue a denunciar, al día siguiente, “se le detuvo de inmediato porque ya constaba la presentada por el otro sin permitirle hacerlo”. “En los informes médicos forenses del juzgado aparecen reseñadas las lesiones del policía, pero no las de mi hijo, y yo no voy a consentir que abusen de él y no voy a retirar la denuncia por esas fotos con las que se vulneró su derecho a la intimidad, a la protección de datos…”, avisa Chacón, “por mucho que nos amenacen”. El veredicto por la agresión o pelea en plenas Fiestas Patronales iba a celebrarse como juicio rápido a mediados de septiembre, pero la causa se ha transformado en diligencias previas porque el agente de la Local dice necesitar también tratamiento médico especializado en odontología. A los tribunales todavía no ha llegado ningún resultado de la investigación de la Policía Nacional sobre quién hizo y difundió fotos de un detenido en sus propias dependencias.