“Son primero nuestros maestros, luego nuestros hermanos y después nuestros amigos”. Estas palabras en referencia a Marruecos del africanista Joaquín Costa resumen el espíritu de la recién instaurada Asociación de Amistad Andaluza-Marroquí Foro Ibn Rushd que presidirá el malagueño José Sarria y que cuenta en su directiva con hispanistas y arabistas convencidos de los estrechos vínculos entre ambos territorios. Esta nueva entidad, abierta a la participación de personas de la sociedad civil de cualquier nacionalidad, tiene su germen en el enfrentamiento diplomático entre España y el Reino Alauita de 2021, que tuvo su punto álgido con la crisis migratoria que puso en jaque a Ceuta.
En aquel momento, con la tensión entre ambos países, un grupo de personas vinculadas a la cultura, al hispanismo y al arabismo promovió un manifiesto que logró la firma de 500 escritores, entre ellos algunos de la talla como Tahar Ben Jelloun (Premio Goncourt) o los premios nacionales Antonio Hernández y Rafael Guillén. “El origen de esta asociación fue aquel desencuentro terrible, profundo, entre ambos países y redactamos aquel manifiesto diciendo que con independencia de la diplomacia y la política estaba la situación de la ciudadanía y de las personas”, explica José Sarria sobre el punto de partida para la creación de este Foro Averroes.
“Los manifiestos se suelen diluir con el tiempo, por lo que a finales del año pasado decidimos crear esta entidad sin ánimo de lucro que une Andalucía y Marruecos”, explica este economista de profesión con una dilatada carrera en la literatura, la investigación y la crítica literaria que hace 15 años se empezó a interesar por el grupo de autores marroquíes que escriben en español. A partir de entonces, descubrió un mundo, un grupo de colaboradores y se enamoró de un país como Marruecos, que visita con frecuencia y en el que además colabora con una entidad filantrópica ayudando a niñas abandonadas en Tánger.
Esta asociación inspirada en el gran pensador cordobés Ibn Rushd (Averroes) contará en la junta directiva presidida por Sarria con Mohammed Dahiri, Francisco Antonio González, Farid Othman y Sergio Barce, todos ellos nombres vinculados a la unión entre ambos culturas. Así, una vez constituida jurídicamente la asociación el objetivo es hacer una doble presentación oficial en Sevilla y en Rabat para ponerla en conocimiento de las instituciones.
Los tres ejes de esta entidad serán los siguientes: en primer lugar la creación de un Premio Averroes para distinguir el trabajo de personas que colaboren en las buenas relaciones entre los territorios; la celebración de un congreso anual (un año en Andalucía y al otro en Marruecos) para abordar cuestiones en común; y también la puesta en marcha de un observatorio permanente en el que colaboren administraciones y personalidades de prestigio.
Sobre el papel de Ceuta y Melilla, Sarria considera que evidentemente las ciudades autónomas españolas generan “elementos de disparidad de criterios entre la posición lógica de España de que estos territorios pertenecen a su ámbito y el sentimiento diferente de Marruecos”. Un asunto, que según la opinión personal del presidente de la entidad Andaluza-Marroquí, debe estar sometido “al diálogo y al encuentro permanente” como todos los que atañen a los dos países.
“Hay un libro de Alfonso de la Serna que denomina a Marruecos como ese lejano Magreb de ahí enfrente”, detalla Sarria sobre el “malentendido histórico” que hace que exista un gran desconocimiento en Andalucía y la Península sobre el Marruecos actual. Algo contra lo que lucha este Foro Ibn Rushd que pretende “remar” y reconocer la fraternidad que los une luchando contra lacras como la xenofobia, el racismo o la intolerancia.
La política agresiva de Marruecos hacia Ceuta no tiene justificación alguna, ni desencuentros ni leches. Que aprenda Marruecos a resolver las cosas de forma civilizada como hace España con Reino Unido con el caso de Gibraltar a pesar de ser una colonia, nada que ver con el caso de Ceuta. Y encima España facilita los intereses de Gibraltar y su entorno. Ya está bien de blanquear a Marruecos.
Ahora a la invasion se le llama desencuentro. Estoy hasta los c… de que me intenten engañar con eufemismos. Desde luego a mi no me engañan.