Esta es la historia de un vecino protagonista de una lucha imposible. Una lucha que parece no tener fin. Una lucha con un único propósito: que se lleve a cabo un arreglo que podría etiquetarse de doméstico, de sencillo, pero que nunca llega. Muy al contrario, se obtienen chapuzas a modo de respuesta.
Es lo que le ha pasado a este residente en las 317 VPO de Loma Colmenar que lleva meses pidiendo que arreglen una arqueta que ha causado ya accidentes. Entre ellos los de un niño el pasado noviembre. En ese mismo momento fueron denunciados los hechos pero nada se hizo.
Ha pasado el tiempo y a las quejas continuadas por el estado de esta arqueta, sobre la que solo se pide que haya un cambio que garantice su seguridad, se han topado con una sorpresa: la colocación de dos señales de la Policía Local sobre el suelo. Los vecinos no dejan de sorprenderse, no entienden como algo tan sencillo tiene esta respuesta después de que, además, lleven meses esperándola. Piden, ahora ya molestos, que se les haga caso. Pero que se les haga con seriedad.
Vaya M.
Supongo que el aire tiro las vallas.