El Juzgado de instrucción número 1 de Ceuta ha recibido los informes del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid y Sevilla correspondientes al análisis de los restos óseos y prendas que fueron localizados en el entorno de la Fuente de la Higuera. Se confirma no solo que pertenecen a Mohamed Alí sino también que “no es posible” descartar la existencia de lesiones traumáticas, tal y como han verificado fuentes judiciales a El Faro de Ceuta.
Resultaba clave encontrar los restos de este joven asesinado por quienes decían ser sus amigos pero también analizarlos para, primero, confirmar científicamente que se trataba de él y verificar después que antes de morir sufrió lesiones. La remisión de todo lo encontrado en el monte se hizo con carácter urgente para obtener estos informes lo antes posible. En poco más de un mes, el Juzgado ya los tiene en su poder.
Los restos hallados fueron remitidos por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Ceuta y analizado en el departamento central de Madrid. Se enviaron tanto restos óseos como de diversas prendas de vestir encontrados en el mismo punto en el que durante prácticamente 48 horas se efectuaron labores exhaustivas de rastreo sin descanso con empleo de la Unidad Cinológica de la Policía Nacional y un can especialista desplazado desde la Jefatura de Madrid.
Ese informe de los restos refleja el detalle de los daños que sufrió Mohamed Alí en estos terrenos de García Aldave. En dicha documentación, a la que ha tenido acceso este periódico, se certifica que “no es posible descartar la existencia de lesiones traumáticas previas a una acción tafonómica de la fauna”.
El joven fue golpeado con un bate de béisbol, tal y como confesaron dos de los tres detenidos en sus manifestaciones vertidas tanto en sede policial como judicial. Fracturas que quedaron recogidas en parte de los huesos que han sido analizados de manera especializada para concluir que no se puede descartar la existencia de lesiones.
Este dato es importante en el desarrollo de las acciones judiciales y en su cotejo con la reconstrucción de los hechos.
Si bien es relevante lo concluido en este informe era esencial también confirmar científicamente lo que con toda probabilidad se sabía: que los restos hallados por la Policía y recogidos por la Comisión Judicial desplazada a Finca Serrano eran de Mohamed Alí. El informe elaborado por el departamento del Instituto de Medicina Legal con sede en Sevilla lo verifica, dando así la oficialidad necesaria por su importancia para este encaje judicial.
Al departamento llegaron los restos recogidos en el monte y las muestras de ADN tomadas a su madre, Asma Mohamed, verificándose que “no existe incompatibilidad genética” para considerar la existencia de una relación “materno-filial”.
Los resultados del estudio genético no excluyen esa relación habiéndose manejado todas las hipótesis posibles antes de verificar este extremo. Así, se procedió a calcular “la razón de máxima verosimilitud (LR) que expresa el grado de certeza sobre la afirmación de, atendiendo a los resultados obtenidos, tal relación madre-hijo”.
Los resultados genéticos obtenidos “son compatibles” con la existencia de una relación materno-filial entre Asma Mohamed y los restos encontrados que pertenecen a su hijo, al que ella nunca dejó de buscar y rogar que se le encontrara.
“La obtención de estos resultados” que confirman la relación madre-hijo “sería unos 30 millones de veces más probable si el cadáver perteneciese a un hijo biológico de Asma que si perteneciese a una persona al azar en la población no relacionada con ella”, se verifica en dicho informe.
De este resultado, obtenido a través de las pruebas de ADN, se ha derivado la identificación del cuerpo certificándose científicamente que los restos hallados en el operativo del entorno de Finca Serrano son del joven. Los resultados obtenidos son de interés para la calificación de los hechos a la hora sobre todo de determinar la existencia de un homicidio o un asesinato lo que supone una diferencia, de entrada, en las penas que se puedan aplicar.
Los investigados se libran de una condena adicional al confirmarse que los restos son de Mohamed Alí, ya que el Código Penal prevé actualmente penas de prisión de entre seis meses y dos años para quienes, teniendo conocimiento del paradero del cadáver de una persona, oculten de modo reiterado tal información a los familiares o allegados de la misma.
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