Colaboraciones

Los fondos de los Hospitales Militares del Protectorado, en el Archivo Intermedio Militar de Ceuta

La Historia de los ejércitos está estrechamente ligada a la de la sanidad, en el Antiguo Testamento ya se vislumbra este vínculo. En España se constata la presencia de sanitarios en los distintos ejércitos peninsulares desde tiempos remotos, desarrollándose claramente su estructura organizativa y su importancia a partir de los Reyes Católicos. Dentro del ámbito de estudio que nos ocupa en Ceuta, la Sanidad Militar también resultó fundamental durante el Protectorado español en Marruecos (1912-1956), marcando toda una época de enorme desarrollo material y técnico.

La Sanidad Militar en el Protectorado se puede reconstruir en buena parte a través del Archivo Intermedio Militar de Ceuta. Allí aguardan las fuentes primarias para la elaboración de su historia definitiva, a través de una documentación muy amplia y variada, que forma parte de nuestro riquísimo Patrimonio Histórico. Dejando a un lado la infinidad de expedientes personales conservados en el Archivo, que abarcan los de médicos como Rogelio Vigil de Quiñones, uno de “los últimos de Filipinas”, o el de enfermeras como Rosario Vázquez Fernández, pionera de la inserción de la mujer en el Ejército; queremos destacar tres vías para estudiar la Sanidad Militar del Protectorado, para finalmente centrarnos y desarrollar la última.

En primer lugar, se puede investigar la construcción y las reformas realizadas en los Hospitales Militares a través del fascinante fondo de la Comandancia de Obras de Ceuta. Se conservan cerca de 550 expedientes sobre los Hospitales Militares de Ceuta, Tetuán, Larache, Alcazarquivir y Xauen, además de los Hospitales Docker de campaña. Junto a una memoria descriptiva de las obras realizadas, se incluyen los presupuestos detallados de las mismas, conservándose en los proyectos más importantes una valiosa planimetría con las plantas y alzados de los edificios, que permiten rescatar del pasado una arquitectura que en muchas ocasiones ya no existe. Además de los Hospitales Militares se puede seguir el rastro de las Enfermerías y algún Dispensario. La documentación referida al Hospital Militar de Xauen ha servido de base para la elaboración de un Trabajo de Fin da Grado en el Departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada, obteniendo en fechas recientes la máxima calificación.

En segundo lugar, podemos analizar la estructura organizativa de la Sanidad Militar en el Protectorado y el desarrollo detallado de sus actividades, a través del fondo del Cuartel General del Ejército del Norte de África. Concretamente las subsecciones 2a 10a (Asuntos, Organización), 2a 14a (Asuntos, Sanidad) y 3a 6a (Material, Sanidad), guardan memoria de la Sanidad Militar entre 1912, desde la creación del Protectorado, y 1968, hasta la extinción del Ejército del Norte de África (ENA). Del mismo modo, la 5a Sección contiene abundantes expedientes que fueron sellados como secretos o reservados, describiendo aspectos interesantes y desconocidos de las coberturas sanitarias.

En tercer y último lugar, siempre dentro del Archivo Intermedio enclavado en el Acuartelamiento González-Tablas, sobresalen los magníficos fondos de los Hospitales Militares de la zona occidental del Protectorado: Ceuta, Tetuán, Larache, Alcazarquivir y Xauen, que centran este artículo por su trascendental importancia. A diferencia del grueso de los fondos del Archivo, que integraron desde 1968 el entonces Archivo Regional Militar de Ceuta, estos fondos de los Hospitales Militares siguieron un largo periplo hasta encuadrarse en el AIM.

Tras la independencia de Marruecos en 1956 y el subsiguiente repliegue del Ejército a las plazas de soberanía que duró hasta 1961, al abandonarse el Protectorado, se produjo un repliegue material que en la zona occidental afectó también a los Archivos de los distintos Hospitales Militares. De este modo, se salvaron más de 500 legajos, que fueron acumulados desordenadamente en una sala anexa del antiguo Hospital Militar O’Donnell de Ceuta. En la zona oriental del Protectorado, no se produjo este repliegue documental, perdiéndose la documentación de los Hospitales Militares de Melilla, Nador y Villa Sanjurjo.

De esta manera los fondos replegados vivieron el sueño de los justos durante muchos años en la sala del antiguo Hospital Militar O’Donnell de Ceuta. En septiembre de 2018 por iniciativa del Centro de Historia y Cultura Militar de Ceuta, se produjo su traslado al Archivo Intermedio Militar de Ceuta. Afortunadamente no se alteraron las condiciones de temperatura y humedad, por lo que el papel que compone este fondo se encontraba en buen estado de conservación, sin sufrir desmigajamientos o desvanecimiento de tintas.

Tras la llegada de los fondos al AIM se planteó un problema administrativo. El Archivo de la IGESAN (Inspección General de la Sanidad de Defensa) con sede en Madrid reclamaba la documentación sanitaria del Protectorado. Finalmente se optó por mantener los fondos en Ceuta, en base a una interpretación acorde con el Reglamento de Archivos Militares de 1998.

Una vez solventada la disputa administrativa, gracias a la labor del personal del Archivo estos fondos fueron reinstalados correctamente para asegurar su conservación permanente, quedando ubicados en el Depósito 2 o Depósito de Trabajo. Para ello se reagruparon los distintos subfondos que lo componen de una forma ordenada según su procedencia y formato: caja, legajo o libro. Cada fondo se identificaba previamente en sus legajos mediante un color en las cuerdas de balduque que sirven para atar dichos legajos: azul para Ceuta, rojo para Tetuán, amarillo para Larache y una combinación para Xauen y Alcazarquivir. Este hecho facilitó, junto a una numeración de los legajos, su instalación provisional en el Archivo.

Poco después y gracias a la llegada de un peón de higienización del Plan de Empleo, se procedió a aspirar concienzudamente el abundante polvo acumulado en los cantos de los legajos, quedando limpios para su posterior apertura, así como las estanterías que los agrupan.

De esta manera los fondos de los Hospitales Militares se habían salvaguardado correctamente en el AIM. Sin embargo, queda por delante la labor técnica más compleja de tratamiento archivístico integral. Es decir, trasvasar la documentación de los antiguos legajos a cajas normalizadas, procediendo a la clasificación detallada de la misma en series documentales totalmente claras. Además hay que ordenar, siguiendo un orden cronológico estricto, dicha documentación dentro de esas series. Los trabajos se concluyen con la elaboración de una minuciosa base de datos digital que permita localizar y recuperar con sencillez el conjunto de la información conservada de cada Hospital.

Gracias a los fondos recibidos por el Instituto de Historia y Cultura Militar para la contratación de personal destinado a este proyecto, se iniciaron los trabajos este mismo año. Siguiendo una táctica prudente decidimos comenzar por los fondos más pequeños, para acumular experiencia, de tal manera que ya han concluido los trabajos del Hospital Militar de Xauen y se encuentra próximo a finalizar el tratamiento archivístico del Hospital Militar de Alcazarquivir.

Dentro del Hospital Militar de Xauen la serie preponderante es la de talones clínicos; se trata de hojas individualizadas sobre el tratamiento médico que recibía cada paciente, quedando constancia de su nombre y apellidos, unidad militar de procedencia, empleo, diagnóstico, fecha de ingreso y alta en el Hospital, lugar de nacimiento, junto a un campo de observaciones, así como las coordenadas de su futura y definitiva ubicación en el Depósito 1 (armario, cuerpo y balda). La gran dificultad es este carácter de hoja individual de cada talón clínico. Lo habitual en el Archivo es encontrar expedientes con varias hojas. Así realizamos un nuevo registro con doce campos informativos por cada talón clínico, resultando un trabajo necesariamente lento.

Aparte de los talones clínicos, hay otras pequeñas series, como expedientes sanitarios, carpetillas individualizadas para los casos más complejos; junto a comunicaciones a las unidades, oficios sobre el estado de los pacientes dirigidos a sus cuarteles; o una serie de varios, donde se incluyen cortas, pero interesantes subseries, en las que sobresalen los asuntos referentes a la vacunación anti palúdica, reconocimientos para voluntarios de la División Azul, Revista Sanitaria o reconocimientos de Sargentos provisionales. Apenas conservamos unos pocos años de la actividad del Hospital Militar de Xauen, existiendo amplias lagunas cronológicas. La documentación más antigua se remonta a los años 1934 y 1935, resultando el grueso del volumen conservado de entre 1940 y 1950. En total y procedentes de 6 legajos, han resultado 3.990 registros informatizados, abarcando aproximadamente 40.000 campos diferentes.

En el caso del Hospital Militar de Alcazarquivir en el que se está trabajando en la actualidad, también predominan los talones clínicos, resultando una serie cronológica más continuada en el tiempo, siguiéndose con claridad desde 1922 en adelante, no exenta de pequeñas lagunas hasta 1930, desapareciendo hasta la década de los cuarenta. Como gran novedad en numerosas ocasiones aparecen asociados a esos talones clínicos, electrocardiogramas de los pacientes, en base a una anotación manual de las mediciones.

Próximamente abriremos el Hospital Militar de Larache, cuyos trabajos comenzarán de forma inminente. Más tarde los trabajos concluirán con los Hospitales Militares de Tetuán y Ceuta a lo largo de estos próximos años, donde su mayor complejidad a nivel de series y volumen, se verá contrarrestada por la amplia experiencia acumulada.

Con la finalización de cada fondo, obviamente éste queda abierto para las consultas de los ciudadanos, así como a las indagaciones de los investigadores especializados. Sin duda, una veta muy interesante para nuestro conocimiento del pasado. Mientras se digitalizará de forma efectiva las peticiones individuales de los ciudadanos, el gran reto pendiente será la digitalización íntegra de estos magníficos fondos.

En conclusión, queremos subrayar que un Archivo específico sobre la Historia del Protectorado español en Marruecos como es el Archivo Intermedio Militar de Ceuta, se enriqueció aún más gracias al rescate de los fondos de los Hospitales Militares del Protectorado. Los distintos trabajos técnicos desarrollados por el AIM vislumbran la recuperación de un legado fundamental para el estudio de la Sanidad Militar, que en este año 2023 y por iniciativa del Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid, conmemora el 150 aniversario de la entrada en el Ejército como médico militar de Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina, sirviendo de homenaje al conjunto de la Sanidad Militar del Ejército de Tierra.

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