La Consejería de
Fomento y Turismo que dirige Alejandro Ramírez espera tener “a finales de enero” el proyecto definitivo de la nueva iglesia de la Virgen del Carmen que se va a levantar enfrente de Miramar Bajo. Actualmente
Tragsa está perfilando el Estudio de Seguridad y Salud y la
Ciudad Autónoma de Ceuta tiene pendiente de escriturar el solar adquirido a Defensa. Según las fuentes consultadas por este periódico, aunque los militares pidieron inicialmente más de medio millón de euros por el terreno, los técnicos de la administración local lo tasaron en poco más de 100.000, cantidad que se ha visto reducida en lo que al desembolso que hará la Ciudad se refiere por otras deudas pendientes del estamento castrense. “El solar está pendiente del pago, pero el expediente ya está completo e incluirá una actuación de recuperación del litoral que ejecutará la Consejería de Medio Ambiente”, han indicado desde el Ejecutivo local, que espera no tener que someterse a la aprobación definitiva del nuevo
Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por parte del Estado, sino que con cumplir con lo incluido en el documento que ya ha recibido luz verde provisional del Pleno sea suficiente. La cantidad a invertir se cifra en unos 1,2 millones de euros para una intervención que irá más allá de la mera erección de una nueva iglesia, sino que también contempla un pequeño embarcadero y la recuperación del entorno cercano. En los Presupuestos de la Ciudad para 2022 ya aparecía, dentro del Plan de Inversiones, una partida de 450.000 euros destinada a la construcción de la nueva ermita una vez que la antigua fue clausurada en febrero de 2021 tras declararse formalmente en ruinas. Dado que la situación del edificio no permitía su reforma ni por el alcance de las actuaciones que se deberían realizar ni por las autorizaciones precisas, el Gobierno de la Ciudad y la Delegación propusieron la construcción de un nuevo templo en los terrenos del antiguo punto de arbitrios de la playa de Miramar. El Ejecutivo que preside Juan Vivas se había propuesto que la ermita estuviese lista en verano pasado, pero finalmente no fue posible.