El Ministerio Fiscal ha pedido 7 años y medio de cárcel para el marroquí nacionalizado suizo, Yassni Z., que en septiembre de 2012 causó graves lesiones al agente de la Policía Nacional Juan Ferrer en las cabañas Miguel de Luque.
Se le acusa de un delito de homicidio en tentativa al que se le añade otro de robo con fuerza, por el que Fiscalía solicita otros dos años de prisión, según la información a la que ha tenido acceso El Faro.
Los hechos recogidos en la calificación provisional que Fiscalía ha remitido ya a la Sección VI de la Audiencia Provincial, que será el órgano competente para este juicio, aluden a que la actuación perpetrada aquella noche por el detenido (que lleva desde el 17 de septiembre de 2012 en prisión preventiva después de que el verano pasado la Audiencia decidiera prorrogar su estado privativo de libertad) tuvo como fin acabar con la vida del agente Juan Ferrer. Un ánimo delincuencial basado en la forma en que Yassni Z. procedió al ataque, asestando varias puñaladas haciendo uso de un cuchillo jamonero. Una de ellas casi le cuesta la vida al policía, al seccionar la vena yugular externa, lo que requirió una actuación médica a vida o muerte para recuperarlo.
Sin duda esa fue la lesión más grave, pero la que más problemas le ha dado ha sido la que sufrió en la mano izquierda, al intentar defenderse de las puñaladas. El agente Ferrer recibió una que le afectó los tendones y que, tras diversas operaciones, le ha dejado importantes secuelas. Sufrió también cortes en el costado y en el pecho, tardando en curar más de año y medio. Precisamente por las lesiones causadas, Fiscalía pide que se condene al agresor al pago de una indemnización de 38.500 euros, además de tener que afrontar otras relativas a los daños que causó en el bar de las cabañas y en el inmueble, en beneficio de sus responsables.
El suceso en el que resultó herido el policía nacional, muy conocido en las calles del centro porque prestaba atención al ciudadano patrullando con su moto, se resolvió con la rápida detención del autor a pesar de que huyó del lugar llevando consigo tanto el cuchillo utilizado como dos armas largas de aire comprimido que había sustraído de las cabañas.
Tras un exhaustivo control policial, agentes de la UPR consiguieron localizar al agresor oculto entre unas zarzas, procediendo a su arresto y posterior traslado a dependencias policiales. Se da la circunstancia de que antes de cometer esta agresión, Yassni Z. había sido recogido por una patrulla de la Policía Local en la rotonda de acceso al Poblado Marinero, con claros síntomas de embriaguez, semidesnudo y sin una estabilidad clara. Se le trasladó al complejo Miguel de Luque en donde dijo que ocupaba una de las habitaciones. Al final, de aquella actitud se derivó un acción de mayor gravedad que pudo haber terminado con la vida de este agente del Cuerpo Nacional de Policía.