La Consejería de Educación y Cultura informa de que el pasado sábado, 25 de julio, culminó la campaña de limpieza y conservación preventiva en la Puerta Califal, monumento histórico para la ciudad de Ceuta ubicado en el interior de las Murallas Reales.
Las tareas que fueron contratadas por la Ciudad Autónoma en una licitación en la que resultó adjudicataria la conservadora y restauradora Ilaria Scalia. Finalmente, el importe destinado para su conservación y mantenimiento ha sido de 4.400 euros. Estas actuaciones han consistido en la limpieza mecánica para retirar los depósitos de polvo y otros sedimentos a través de procedimientos manuales, remoción mecánica de detritus antrópicos y de origen animal, aplicación de biocidas y, también, remoción mecánica de productos secundarios y documentación fotográfica.
Estas tareas han sido complementarias a las que se realizan de manera habitual en este bien patrimonial, que fue rehabilitado y abierto y al público hace seis años, siendo desde entonces uno de los lugares históricos de Ceuta que recibe una mayor afluencia de visitantes.
La puerta –tan importante como descubrimiento histórico– necesitaba este adecentamiento porque, por su ubicación, aparece musgo, entre otros tipos de vegetación. Y, si no se cuida y se mantiene, con el tiempo se estropea y podría perderse este ‘tesoro’ para la ciudad de Ceuta. Las fotografías enviadas a este medio de la estructura antes de limpiar y después de ello sí que hay una gran comparación ya que a día de hoy la piedra está libre de flora.
La puerta Bab-al-Jadid, puerta nueva, construida tras la conquista de Ceuta en 931 por Abderramán III, junto con la muralla que cerraba el istmo por el Oeste, los almohades le añadieron un recodo y finalmente, fue tapiada y encerrada tras la construcción de la Muralla Real en ella, cómo otras estructuras de la cerca islámica.