Cuando
Javier Guerrero empezó a redactar su carta de dimisión el pasado jueves, quizá habría sido el momento oportuno para seguir sumando líneas a la misiva. No hacerlo ha sido la crónica de una agonía que comenzó como un escándalo de pueblo pero que iba a terminar como otro de grandes dimensiones a nivel nacional, al haberse encontrado un filón mediático perfecto: un concejal que confiesa que no le gustan las vacunas, que sí se pone en cambio la ideada contra el
covid, que lo hace sin la fotografía oficial de rigor y que además no dimite.
Si el pasado fin de semana no había tertulia que no lo tuviera de protagonista, los días seguían pasando con ‘más Ceuta’ abriendo espacios, tal y como ocurrió en el programa 24 horas, en donde la Ciudad se presentaba como única administración de todo el país en la que un cargo vacunado continuaba en ejercicio y no dimitía. Ayer llegaba a Ceuta un equipo de TVE para hacer un reportaje sobre el asunto y medios nacionales iban a seguir ese mismo camino. La figura de Guerrero iba a pasearse, sin buscarlo, por todos los medios mientras en Ceuta la convulsión política se reducía, de momento, a la petición de una comisión de investigación que todavía el PSOE ni siquiera había presentado formalmente como tal.
“Todo estaba siendo un desprestigio para la institución”, explican fuentes de toda solvencia de la institución municipal. “No solo las iniciativas de los grupos de la oposición sino el deterioro de la imagen de Ceuta que se avecinaba a nivel nacional, lo que llevaría a una distracción sobre la lucha principal de todos que debe ser el covid”, añaden las mismas fuentes.
A las reuniones de infarto del pasado jueves que terminaron salvando a Guerrero desde distintos ámbitos, con mediación incluso de altos cargos del PP capaces de evitar que Pablo Casado siguiera hablando de la obligada ejemplaridad, les siguieron otros encuentros como el de ayer, con presencia del Grupo al completo y del presidente Juan Vivas. Allí el propio Guerrero habría asegurado lo que ya se conoce: que lo mejor para el gobierno y para Ceuta era presentar la dimisión, reiterando que él no había cometido ningún error.
A esa dimisión le seguiría la reunión con el equipo técnico de la
Consejería con el propio Vivas y en presencia de Guerrero, previa a la carta que remitiría el gabinete de prensa a todos los medios de comunicación.
Ingesa y la Comgeceu siguen sin facilitar datos sobre sus vacunas elegidas
La presión mediática que iba en aumento ha sido determinante para que del ‘no’ del jueves se haya pasado al ‘sí’ del martes. Sobre todo ya no solo por las portadas y el protagonismo en diversas tertulias, sino porque ya había medios que estaban trabajando en ahondar en cuestiones varias como la propia compatibilidad del consejero como médico en una clínica de la ciudad por las tardes.
Llevar a ‘gala’ ser el único que no había dimitido por el escándalo de las vacunas había dado pie a una situación de tensión que ha llegado a su final y que reabre ahora el debate sobre otros casos conocidos en Ceuta que no han generado la misma escandalera. Es el de Jesús Lopera, también vacunado y objeto de crítica mucho más suave. En este caso, ni tan siquiera
Ingesa ha respondido sobre la vacunación ni la Delegación del Gobierno se ha posicionado, tampoco lo ha hecho el propio PSOE. El argumento es su condición de sanitario, pero es la misma que tenía Guerrero. Ambos sanitarios, pero más de despacho y no en primera línea como están otros profesionales que todavía no han recibido la vacuna y sí están tratando con positivos.
¿Cuántos más hay? Desde el pasado fin de semana este medio lleva esperando la respuesta de la Comandancia General de Ceuta que no dice, tras el escándalo del JEMAD, si hay alguien de la cúpula local que habría recibido la primera vacuna. Tampoco informa sobre qué protección da a sus propios sanitarios y si estos se han vacunado.
La ley de protección de datos, en el Ingesa, y la cuestión de seguridad, en la Comgeceu, son las excusas para no ser transparentes con los medios de comunicación, esperando así que pase la tempestad. A veces sirve