Marruecos ha sido el principal importador de ovejas de España ante la inminente celebración de la Fiesta del Cordero, en un contexto de subida generalizada de precios por la sequía que ha convertido a la carne española en altamente competitiva, venciendo las reticencias de los marroquíes que cuestionan su calidad.
Este año, el Gobierno marroquí ha decidido permitir y subsidiar la importación de 600.000 cabezas de ganado ovino para intentar reducir el precio de la carne ante una fiesta que se celebra el próximo lunes en la que los musulmanes acostumbran a sacrificar un cordero por familia.
En 2024, los ganaderos españoles han cambiado a Arabia Saudí por Marruecos como principal cliente en la importación de corderos.
El cordero español casi el doble de barato
Los marroquíes son reacios a comprar la carne española, pero poco a poco se van animando dada la gran diferencia de precio.
Jadiya, empleada del hogar, ya compró el año pasado cordero español y ratifica que "la calidad es la misma que la del marroquí". Su hermana Fatima, que compartió mesa con ella, se ha animado este año a seguir su ejemplo.
Una gran superficie de Rabat que vende cordero vivos fija el precio mínimo por kilo en 60 dirhams para los españoles (5,5 euros) y en 85 dirhams para el marroquí (7,8 euros), lo que supone un 40 % de diferencia.
En un mercado tradicional al aire libre junto al río Buregreg se ofrecen corderos marroquíes, españoles y rumanos, con precios que oscilan entre 2.000 y 2.500 dirhams (185 y 230 euros) de uno español de 35 kilos y 3.500 y 4.000 (320 y 370 euros) de un marroquí ligeramente más grande.
Junto al remolque donde se muestran los animales españoles, Abdelhafid, uno de los vendedores, explica que "al principio había cierto temor hacia el producto español, pero ahora la gente ha probado la carne, ha visto que tiene calidad y la ha aceptado".
"Los clientes que compraron el cordero español el año pasado han venido este año y se han llevado más. Es decir, cuando han comido la carne se han dado cuenta de su buena calidad", añade, aunque reconoce que "si tuvieran el mismo precio, preferirían el producto marroquí".
Uno de sus potenciales clientes es Zakaria, que aún no ha decidido cuál adquirir pero afirma que "el marroquí compra en función del dinero que tenga: si tiene dinero, compra un cordero de calidad, un marroquí; si no puede, pues compra un cordero español".
46 euros por cabeza y exención arancelaria
Este año la importación ha sido subvencionada por el gobierno marroquí con 500 dirhams (46 euros) por cabeza y una exención arancelaria, se ha podido alcanzar una oferta de 7,8 millones de ovejas y cabras, superando así la demanda, de 6 millones, en una fiesta en la que los marroquíes compran el 41 % de la carne que adquieren en todo el año.
Condicionantes como la escasez de cereal, así como los costes del pienso, cuyo precio ha alcanzado un máximo histórico, han causado que Marruecos haya producido este año 400.000 cabezas menos.
De hecho, los corderos del mercado de Rabat llegaron hace veinte días a Marruecos con el precio de la carne incrementado un 20 % con respecto a la fiesta del cordero del año pasado lo que ha contribuido a que el producto español haya ido entrando entre la sociedad marroquí.