En la localidad de Peleas de Arriba, población de Zamora y sin una fecha exacta, nacía Fernando, hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela I de Castilla y que al unir los dos tronos que hereda, reinaría con el nombre de Fernando III, dedicándose a la recuperación de la península en poder del Islam.
En 1236 tomó Córdoba; en 1243, con el infante Alfonso al frente, conquista el Reino de Murcia, conquistando las plazas de Mula y Cartagena; en 1246 Jaén, y en 1248 después de dos años de asedio a la ciudad, tomó Sevilla. Al finalizar su reinado, los musulmanes, solo contaban, en toda Andalucía, con los reinos de Niebla, Tejada y Granada.
Católico ferviente, Ingeniero en la guerra, piadoso con Dios y devoto de la Virgen María, fundaba las Universidades de Salamanca y Palencia, e inició las construcciones de las catedrales de León, Toledo y Burgos.
Casó, en primeras nupcias, con Beatriz de Suabia, de la que tuvo diez hijos, siendo el primogénito, su sucesor, reinando con el nombre de Alfonso X el Sabio. Tuvo cinco hijos, con su segunda esposa, Juana de Ponthieu.
"Sus restos mortales reposan en una urna de plata sobre un pedestal de mármol en la Catedral de Sevilla"
El día treinta de mayo de 1252, en los Reales Alcázares sevillanos, le sobrevino la muerte.
En 1671, después de un proceso que duraría 419 años, es canonizado, por el Papa Clemente X y reinando en España, Carlos II, siendo apodado “El Santo”.
Sus restos mortales reposan en una urna de plata sobre un pedestal de mármol en la Catedral de Sevilla, realizada en 1665 por el orfebre Juan Laureano de Pina y donada por el rey D. Felipe V. Su hijo, mandó grabar: “Aquí yace el Rey muy honrado Don Fernando...el que conquistó toda España, el más leal, e el más verdadero, e el más franco, e el más sforzado, e el más apuesto, e el más granado, e el más sofrido, e el más omildoso, e el que más temía a Dios, e el que más le facía servicio, e el que querantó e destruyó a todos sus enemigos, e el que alzó y ondró a todos sus amigos e conquistó la Ciudad de Sevilla, que es cabeza de toda España...”
En la “Capilla Real” de la Catedral sevillana, donde también se encuentran los cuerpos de su esposa Beatriz de Suabia y de su hijo Alfonso X.
El cuerpo incorrupto del Santo Rey, se abre a la veneración de los fieles, en cuatro fechas del año: catorce de mayo (aniversario de su traslado a la nueva capilla); treinta de mayo (su festividad litúrgica); veintidós de agosto (finalización de la octava a la Patrona de Sevilla) y el veintitrés de noviembre (aniversario de la reconquista de la Ciudad).
"La Santa Reliquia es custodiada por un piquete del Arma de Ingenieros, que rinde honores a su Patrón"
En esas cuatro manifestaciones, la Santa Reliquia es custodiada por un piquete del Arma de Ingenieros, que rinde honores a su Patrón.
Su Patronazgo, se fija en el Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra, Especialidades Fundamentales Ingenieros y Transmisiones y el Cuerpo de Ingenieros Politécnicos con las Especialidades Fundamentales de Construcción, Telecomunicaciones y Electrónicas.
El dos de mayo de 1805 se aprobaría el patronazgo de San Fernando para el Regimiento Real de Zapadores Minadores haciéndose extensivo a todo el Cuerpo de Ingenieros en España e Indias, más tarde al Arma de Ingenieros. Coincide su onomástica con la celebración del de las Fuerzas Armadas.
El testimonio de cuatro documentos, existentes en el Archivo Militar de Segovia, nos lleva a su patronazgo por el Rey Carlos IV, designando al Santo Rey Fernando, Patrón del Regimiento Real de Zapadores Minadores, el dieciséis de enero de 1804: “Con esta fecha se comunicó al Coronel de Zapadores, para que se reconozca a este Santo, por Patrón del Regimiento Real de Zapadores Minadores”.
Dado en Alcalá de Henares el día dieciocho de enero de 1804: “Enterado el coronel de Zapadores D. Vicente Heredia, por Patrono del Regimiento Real de Zapadores Minadores, a mi cargo, a San Fernando Rey de España, lo cual haré saber en la orden del Cuerpo, para conocimiento de todos los individuos de él, y para que se celebre, según lo estilan los demás Cuerpos del Ejército”.
El Jefe del Estado Mayor de Ingenieros, Mariscal de Campo D. Antonio Samper, solicita, un año más tarde, el veintinueve de abril de1805, que el Patronazgo de San Fernando para el Regimiento Real de Zapadores Minadores se hiciera extensivo a todo el Real Cuerpo en España e Indias: “El Señor Generalísimo Príncipe de la Paz tuvo a bien elegir por Patrón del Regimiento Real de Zapadores Minadores a San Fernando Rey de España, y queriendo que uniformemente sea venerado por tal en todas las Direcciones y Comandancias del Cuerpo, así de España como de Indias, me manda participarlo a V.E. para obtener la aprobación de S.M. si fuese de su Real agrado”.
La comunicación del dos de mayo de1805 por Manuel Godoy y Álvarez de Faria, por la que la petición era aprobada por S. M. El Rey Carlos IV, se veneraría como Patrón de todo el Arma de Ingenieros: “He hecho presente al Rey lo que de orden de
V.E. me dice Don Antonio Samper en 29 último acerca de haber elegido V.E. para Patrón del Regimiento Real de Zapadores Minadores a San Fernando Rey de España, queriendo sea venerado por tal en todas las Direcciones y Comandancias del Cuerpo en España e Indias. Y ha merecido la aprobación de S.M.”
El treinta de mayo, se celebra el Patrón del Arma de Ingenieros, con la advocación al Santo Rey Fernando y que mejor manera que celebrarlo con el brindis de los Ingenieros:
Cuenta un antiguo legajo
que he conseguido encontrar,
y que logré descifrar
con muchísimo trabajo
por estar en lengua extraña,
que el Dios Marte, el camorrista,
pasar quiso una revista
al Ejército de España.
Una vez que se hizo cargo
de todo nuestro efectivo
se quedo muy pensativo
y exclamó: "¡... les falta algo...!"
Y como tiene en alta estima
a nuestra tierra, añadió:
"Por si arman guerra
les daré lo que les falta."
Dicho y hecho.
Ese día mismo y en retorta colosal
mezcló en proporción igual ciencia,
lealtad y heroísmo.
Los vistió de azul y plata,
los selló con un castillo
y los mandó a nuestros lares
con letreros que decían:
ahí va lo que no tenían,
... Ingenieros Militares.
De obra tan sin reproche
tan contento el Dios estuvo
que en un banquete que hubo
en el Olimpo una noche,
cuando de brindar fue la hora,
Marte, el Dios de los Guerreros,
brindó por los Ingenieros
igual que brindo yo ahora.