Debo de mostrar un gran respeto y admiración sobre uno de los columnistas que ha tenido Ceuta, Antonio Fernández Márquez, el me dio una confesión sobre lo que le había pasado a un buen amigo suyo hacia ya unos pocos de años en un pueblo de Cádiz, Rota, y cuando todo parecía una aventura más de las que contaba apareció por las puertas y se sentó con nosotros el protagonista, en un bar en la zona del Morro. Por lo expuesto los que estábamos allí quedamos admirados por el relato, las ganas de información y además la certificación con el si de su amigo, del hecho real que había pasado y que vamos a contar:
“Era el principio del fin de semana, es decir viernes al medio día, y como de costumbre reunieron entre todos los trabajadores dinero para hacer la compra de la fiesta que da preludio al fin de semana. Le tocaba ir a mi amigo por las provisiones y entonces cogió el dinero y un vehículo oficial de la Base de Rota, una furgoneta, de mantenimiento. Salió por las puertas sobre las once y media de la mañana y eso fue lo último que se supo de mi amigo, y del vehículo. Hubo denuncia, todo el mundo lo estuvo buscando durante mucho tiempo tanto en la comarca como fuera de ella las fuerzas y cuerpos del estado. Pero nada. A los siete años apareció por la Base este hombre sin el coche, sin dinero, sin la compra. Y se encontró que estaba en la calle sin dinero y que tenía que responder a la justicia. La única explicación que dio fue que después de salir del trabajo en la primera cuesta que hay notó como que el coche volara, y luego una luz cegadora y de buenas a primeras se encontró en un pueblecito de Galicia y al preguntar la fecha que era se dio cuenta que había trascurrido tres años y pico de la fecha que el recordaba recientemente. Allí tuvo que mendigar y buscar trabajo y poco a poco bajó hasta Rota nuevamente. Con una vergüenza muy grande prometió pagar todo lo que se llevó pero al final quedó en un despido nada más”.
Interesante confesión donde entran en acción varios posibles actores. Por un lado la forma de ser de nuestro personaje aparentemente hablaba y se portaba de una forma normal y por otra es lo del coche volar y la luz, nos da pié a pensar en una posible abducción que prometo de escribir próximamente de ello.