El Faro + Deportivo ha contado este martes con la presencia de
Fran Guerra, uno de los componentes de la plantilla del
Club Balonmano Ramón y Cajal de Ceuta que está compitiendo en la Primera División Andaluza. El joven jugador del cuadro colegial comentó sobre el buen inicio de la temporada: “Está siendo un inicio de temporada donde quizás no nos esperábamos conseguir estos resultados que están siendo magníficos. El equipo comenzó contra San Fernando, un equipo de una categoría superior a la nuestra, y reaccionó de una forma maravillosa”. Fran Guerra habló sobre la confección de una plantilla con mezcla de veteranía y juventud que bajo la dirección técnica de Yamal está funcionando bien: “Tenemos en el equipo gente veterana y joven como es mi caso particular. Son veteranos que jugaron en su día en Primera con el Ceutí que llevan un poco la batuta del equipo y el míster Yamal está sabiendo como compaginar a los veteranos con el resto de jugadores de la plantilla”. Guerra comentó como es más fácil jugar con jugadores como Pablo Vila, Ángel Ruiz o Anselmo: “En mi caso cuando era cadete iba al ‘Díaz-Flor’ y veía a estos jugadores y me miraba y me decía que quiero llegar a ese nivel e incluso competir cerca de ellos. Ahora sale el proyecto y puedo compartir vestuario con Pablo, con Anselmo o con Munir que formaron parte de ese equipo del Ceutí que en nuestra ciudad sonaba bastante por aquel entonces”. El joven jugador del Ramón y Cajal aseguró que estos veteranos también lo son fuera de la pista y ejercen como baluartes del equipo: “Todos ellos son grandísimas personas, y también son grandísimos compañeros y lo que intentan es inculcar los valores del balonmano y también la enseñanza. Siempre están intentando darnos esa lección de balonmano”. Fran Guerra tuvo tiempo para hablar del Club Balonmano Ramón y Cajal del que asegura que es como una familia: “Realmente el Ramón y Cajal es como una familia. Conozco a Yunes desde que era alevín, al igual que Yamal el entrenador, y son maravillosos. He crecido viéndolos a ellos porque formaba parte del Valle Inclán cuando los clubes eran los centros escolares, y desde primera hora han abierto las puertas del club y gracias a ellos, hoy en día estamos compitiendo en Ceuta en el balonmano”.
El joven jugador caballa explicó el tema de los entrenamientos: “Estamos entrenando una vez a la semana aproximadamente dependiendo de la disponibilidad de la pista de La Libertad. Los entrenamientos suelen durar entre una hora y hora y media dependiendo del día y de la posibilidad del pabellón. Pero sí que es verdad que es lo estamos notando porque necesitamos un poco de entrenamientos porque llevamos mucho tiempo parados. Hace diez o once años que no tenemos balonmano en Ceuta a este nivel. Inicias un proyecto pero no se hace una pretemporada en condiciones y si que es verdad que se nota, pero si lo notamos nosotros seguro que también lo notarán con el paso de la temporada el resto de clubes que compiten contra nosotros cada jornada de la competición”.
“Trabajar con los centros escolares es importante”
Fran Guerra aseguraba que “creo que a los centros escolares les haría falta involucrarse algo más para fomentar el balonmano. Yunes y su equipo no pueden estar todos los días en los centros educativos para hacer jornadas formativas o inscribirlos. Creo que la solución podría ser tener monitores fijos en los colegios que podrían ser los profesores de educación física o personas dedicadas a ello”.
“Yunes lo es todo para el balonmano”
El joven jugador elogió el trabajo de Yunes para el club: “En Ceuta el balonmano es igual a Yunes y es igual al Ramón y Cajal. En otros deportes también habrá personas dedicadas como él, pero en balonmano hay que dedicarle mucho al Club Balonmano Ramón y Cajal. Lo veo trabajar y echa no 24 sino 25 horas dedicado al club y eso es muy importante”.
“Echamos de menos al público”
Fran Guerra aseguró que necesitan a los aficionados: “Ahora mismo se nota y nosotros en el partido en Los Barrios ya tuvimos aficionados mientras que aquí seguimos sin público por la pandemia. Y se nota porque tener público en casa te da un empujón y te motiva a la hora de jugar, lo mismo que fuera que los aficionados también en contra también nos motiva”.