Llegó la jornada de reflexión, acompañada metafórica y no tan metafóricamente de la resaca de una intensa campaña. Los candidatos a hacerse con la Presidencia de Ceuta la viven de maneras tan heterogéneas como sus ideologías y personalidades. La mayoría irá a ver a la AD Ceuta, comerá con sus familias y disfrutará de sus pasiones, ya sean culturales o deportivas, antes de una jornada que consideran "trascendental".
Madrugador Juan Vivas (PP) pedía un te moruno con churros en una cafetería de la Avenida Muelle Cañonero Dato, rodeado de "amigos" y ya con "el cosquilleo" propio de la víspera de una jornada en la que "pasamos examen".
Humedece los churros, pero prefiere no mojarse con la nota que les pondrán los ciudadanos, por eso de la normativa que restringe hablar de los comicios en jornada de reflexión: "A ver si nos van a meter un puro", bromea.
Aparte del chascarrillo, habla de "un momento crucial" para Ceuta, tanto en lo que se refiere a "retos" como a "oportunidades". Destaca el capital "humano" de la ciudad y mira hacia la senda del progreso.
Al acabar de desayunar irá a casa a comer "algo bueno, pero sencillo", lo que al le "gusta". "Casi como un sábado normal", expone. Tras las viandas espera tener un nuevo encuentro con amigos y ya poder centrar todos sus "esfuerzos" en visualizar la victoria de la AD Ceuta: "Es algo muy importante para la ciudad", reflexiona sobre la permanencia del conjunto caballa.
Le van a Vivas las metáforas deportivas y las utiliza para anticipar el insomnio que le sobrevendrá durante la noche de este sábado, la previa a sus séptimas elecciones, "sextas como candidato". "No se duerme bien, el que te diga lo contrario no está siendo sincero. Es como antes de un partido, cuando sientes la inquietud. Si se durmiera bien significaría que no te importa", concluye.
Mientras su gran rival en las elecciones no para, Juan Gutiérrez (PSOE) decide tomarse la jornada de reflexión con más calma. Se da un paseo temprano para mirar el mar y después regresa al hogar con su familia, a los que les debe un rato "tras unas intensas semanas de trabajo" en las que no ha podido "disfrutar de ellos".
No hay tensión para el hombre del Sarchal, que después de unos días al ritmo de la 'Cumbia del Cambio', apaga la música y trata de "desconectar", aunque con el deseo de ver "las urnas teñidas de rojo" en la jornada del domingo.
Para distraerse de eso irá a ver al Ceuta y también disfrutará de acontecimientos familiares.
A descansar le ayudará "la paliza a trabajar" que se ha pegado durante la campaña electoral, "pateando hasta el último rincón de la ciudad". Aunque sueña con un futuro "socialista", cree que tanto él como sus compañeros "caerán rendidos", deseando que al fin llegue "la noche del domingo".
No se distingue tanto el día de Gutiérrez del de la candidata localista, Fátima Hamed (MDyC), que por fin ha podido despertar tranquila en casa tras unas semanas de ajetreo extremo. "Es la primera vez después de la campaña en el que puedo pasar algo más de tiempo con mi familia y descansar un poco para el día de las elecciones", reconoce.
Eso sí, no se libra de los recados, "las cosas rutinarias que no he podido hacer estos días".
Pero mientras completa esas labores, que saben a desconexión, prefiere no darle "ninguna vuelta al resultado". Sabe que depende precisamente de aquellos con los que se cruza por la calle y no tanto de sí misma: "Depende completamente de la voluntad de la ciudadanía", asevera.
Pasada la mañana Hamed valora la posibilidad de echar un cable en la "organización" del día de comicios junto a sus compañeros. Lo que no se perderá por nada es el partido de la AD Ceuta, en el que coincidirá con gran parte de sus rivales en las urnas. Aprovecha la líder del MDYC para recordar que han propuesto al club "para la medalla de la autonomía" y que mayor mérito que una permanencia que sería parte de la "historia" del fútbol.
Finalizado el partido, a poder ser con celebración, la única candidata a estas elecciones se irá a descansar, con la confianza en que se de "una participación masiva" que lleve al "mejor resultado para Ceuta".
Todavía con el resuello va Mohamed Mustafa (Ceuta Ya!) cuando pasan de las doce del mediodía. Se dirige raudo a la reunión para organizar a los apoderados, "especialmente a los que se presentan por primera vez".
En su horizonte aparece, "como en los últimos 14 días", un bocata de mediodía en compañía de los miembros de la candidatura.
Pragmático el líder localista descarta darle vueltas al resultado, confiado en que han hecho "un trabajo magnífico", que no termina hasta que el último voto entre en las urnas.
Le da en algunos ratos de la jornada para pensar "en una Ceuta que cambie", cosa que asocia directamente a los resultados que su formación pueda obtener.
Su pequeño capricho del día pasará por el Estadio Alfonso Murube. Allí coincidirá con Vivas, Gutiérrez y Hamed, que habrán pasado un día diametralmente distinto al suyo, pero que compartirán con él el deseo de ver salvarse a la AD Ceuta.
Estas elecciones tienen un componente diferente para Mustafa, que ha cambiado el rol de "fontanero" por el de oficial de primer rango a la cabeza: "Antes cuando he participado de los comicios dormía fatal, porque me tocaban labores más duras. Ahora tengo un equipo fantástico y no creo que hoy me vaya a quitar el sueño", concluye.
Un café, un zumo y el brazo sujetando la cabeza hacen más llevadera la mañana a Ramón Rodríguez (Podemos). Desayuna en la Plaza de los Reyes, donde luego aprovechará para "comprar algún libro".
Le acompaña la sinceridad y una intensa "resaca". "Voy a ser sincero, esta jornada de reflexión la vivo con dolor de cabeza. Tengo cierta edad y ayer, para desahogarme, enlacé con los amigos y regresé a casa a las cuatro y pico. Me tomé un par de burbon y pasa factura. Estoy con cierto dolor de cabeza, espero encontrarme mejor a lo largo del día", espeta madrugador.
No le quita el cansancio la ilusión. Rodríguez, culto y sencillo, se despereza y da una vuelta por las casetas. Dice sentirse "orgulloso" del trabajo realizado en una campaña que "prácticamente" ha tenido que diseñar "en solitario", aunque apoyado en el consejo de sus compañeros.
No en vano ha sacado hasta tres libros, "de forma no casual" en ese periodo. Publicaciones que le ocuparán la tarde, "tras un obligado descanso para reponerme", cuando acudirá a firmar ejemplares a la caseta de la editorial Avant.
Será una última toma de contacto con quienes al día siguiente depositarán las papeletas en las urnas. Apela especialmente a la "conciencia" y teme que "todo siga igual", pero aun así, rechaza darse por vencido.
A pesar del cansancio, ha recuperado la tranquilidad. Lleva toda la campaña "con 16.10" de tensión arterial. De hecho, estaba "preocupado". Pero llegado el día de reflexión ha recuperado los valores normales y espera conciliar el sueño, leyendo un poco, antes del gran día.
Muy sonriente y con un look vaquero total pasea Javier Varga (Ciudadanos). No ha madrugado mucho, pero tampoco se ha levantado tarde. Dice que ya no le quedan callos de tanto morderse las uñas en elecciones: "Me he montado una serenata", ríe.
Intenta sacar de su cabeza lo que acontecerá el domingo y, para ello, tiene previsto "un paseo por el mercado" con su mujer, en ausencia de sus hijos "que están fuera" y una buena comida de producto fresco. "Un pescadito seguro. Aquí es un lujo", apunta.
La ligereza del manjar marino bien podría permitirle "salir un rato con la bicicleta", piensa. Lo que se lo pone más complicado son las nubes, que poco a poco se ciernen sobre el cielo de la ciudad.
En su "cabeza" también una tormenta de ideas, que intenta apaciguar. Sabe que todo queda "en manos de los ceutíes". Echa la vista atrás, a cuando formó parte de la Asamblea y desea volver, aunque ya conoce lo que eso puede llegar a complicarle la vida: "Mi madre me decía, 'pero mira como te gusta meterte en líos'. Si no, es muy fácil, te lo dice cualquiera, 'no haberte metido'. Ahora ya quiero llegar hasta el final", subraya.
Así llegará al final del día, de una nueva jornada de reflexión, dando por hecho que duranta la noche le asaltará "algún sueño" que le hará despertarse: "Esperemos que sean buenos".
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