Las investigaciones realizadas por los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil consiguieron aclarar la incógnita que marcaba el hallazgo del cuerpo sin vida de un joven, de entre 30 y 35 años, encontrado este viernes en la playa del Chorrillo. Sin documentación, vestido con un calzoncillo largo a modo de bañador, estaba tendido en el arenal, presentando claros signos de ahogamiento. Los agentes no pudieron dar con signos externos que ayudaran a tener una idea sobre la historia de este joven, tampoco constaban denuncias de desaparecidos. La toma de sus huellas fue determinante así como la labor del Laboratorio de Criminalística para confirmar que se trataba
de un marroquí que había estado en varias ocasiones en España. Sus huellas cuadraban a la perfección con la de este persona, que había aportado identidades distintas cada vez que se le interceptó, algo que acostumbran a hacer los inmigrantes para evitar su expulsión. Durante la tarde de este viernes unas personas procedentes de Marruecos querían confirmar si el fallecido era su familiar, procediendo a su traslado a Ceuta para entrevistarse
con la Guardia Civil e intentar el reconocimiento del cuerpo. Y es que hay tres familias que están esperando en Tetuán noticias de los tres marroquíes que salieron en un kayak y de cuyo paradero nada se sabe. De hecho durante 48 horas han sido buscados por Salvamento Marítimo con apoyo de la Guardia Civil sin éxito. Nada se sabe de ellos, aunque su historia no cuadra con la del joven hallado muerto porque llevaba muy pocas horas sin vida.
Con la confirmación de las huellas se despejaron otras incógnitas, como que se tratara de un vecino de Ceuta al que algunos testigos creían haber reconocido en el rostro del joven. De hecho fue una hipótesis que tuvo en mente la Benemérita. Su cuerpo sin vida fue encontrado a primera hora de la mañana en el arenal del Chorrillo por ciudadanos que en ese momento paseaban por el lugar y detectaron la presencia del cadáver. De inmediato se personó la Policía Local y Nacional, para después hacerse cargo de las investigaciones los componentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
Las fuerzas de seguridad,
Policía Nacional y Guardia Civil, recibieron la alerta de este hallazgo pasadas las 8.00 horas desplazándose hasta el lugar para comprobar lo sucedido. Ya in situ se apreció que el cuerpo no presentaba lesiones, aunque sería la autopsia la que debía determinar si cabía alguna otra causa vinculada a esta muerte.
El protocolo de actuación que se siguió, una vez que agentes de Policía Judicial de la Benemérita se hicieron cargo se la investigación, es el habitual en estos casos. El médico forense ordenó el levantamiento del cadáver tras examinar el cuerpo. La funeraria se encargó de su traslado al depósito de Santa Catalina para la práctica de la autopsia.