Ginés Serrán-Pagán guarda todavía en su casa el caballete que quería regalar en su próximo viaje a Ceuta a Pepito. Con José Manuel Penedo, como se llamaba este residente de la casa familiar de Nuestra Señora de los Ángeles y de la Unidad de Convivencia de la Fundación Cruz Blanca, llegó a forjar una relación especial y única que ha terminado con el fallecimiento de quien sin duda era un ser de luz.
Emocionado, Serrán-Pagán traslada la noticia de la muerte de Pepito con quien le unió más de 33 años de amistad, de una amistad especial, cargada de emoción y unida por el arte. Ha querido dedicarle estas frases tan cargadas de cariño, respeto y emoción. Un testimonio de amor hacia quien fue una persona muy especial, que protagonizó un reportaje en FaroTV hace solo unos meses.
“Tengo aquí en mi casa un caballete para pintar que le quería llevar en mi próximo viaje a Ceuta. Escribo estas palabras entre las heridas de su muerte y el amor que le tenía a este artista del silencio”, narra emocionado Serrán Pagán.
Pepito era eso, un auténtico artista capaz de romper las barreras del silencio a través de la pintura. En febrero de este año le mostraba sus últimas obras a Serrán Pagán y este le hacía un regalo muy especial, el de su último libro firmado y dedicado.
“Su vida, sumergida en el autismo, un mundo donde él no se atrevía hablar, se expresaba sin embargo a través de sus pinturas y el afecto que reflejaba a sus compañeros y superiores en la residencia”, detalla Ginés.
El niño que fue abandonado en una playa de Cádiz
“Abandonado de niño en una playa de Cádiz sobrevivió como un espectador silente de una sociedad injusta a la cual no pudo manifestar más que a través de la muerte de la palabra su profunda incomprensión. Ha sido digna la labor de la Cruz Blanca de Ceuta acogiéndole con cariño y cuidándole desde hace más de tres décadas”, explica.
“Fue muy emotivo para mí exponer de forma benéfica pinturas con Pepito en 1990, hace ya 33 años, en el Salón del Trono del Ayuntamiento, para ayudar a la Cruz Blanca, y me conmovió reencontrarme con él de nuevo hace unos meses. Teníamos pensado exponer juntos de nuevo este año. Pero ahora este ángel con las alas manchadas de colores se nos ha ido a ese otro mundo del silencio que él está tan acostumbrado a vivir”.
“Allí espero que nos podamos encontrar alguna vez para poder darle este caballete y seguir creando juntos, quizás celebremos esa exposición que teníamos pendiente, con los colores de aquella playa donde fue abandonado y pudo sobrevivir de niño en Cádiz, y con los colores azules, los miles de azules, de los dos mares de Ceuta”.
El pasado domingo falleció un gran compañero del centro de convivencia de cruz blanca un amigo que desde hace 32 años nos acompañó como residente ejemplar compañero dedicado siempre hasta los últimos días de su vida pintando plasmando en sus pinturas todo y cuánto se le venía a la cabeza encerrado en su silencio supo durante años ganarse la simpatía de todos nosotros llegó su hora como a todo ser le llega pero sin duda estarás siempre en nuestro recuerdo de tus compañeros del centro. Yo Miguel Juan Ramón María Luisa y Juan no te olvidaremos pepito dep hasta siempre .