Fallece Pablo González, un hombre versátil y comprometido con su trabajo

Maestros y abogados, gremios a los que perteneció, lloran “una gran pérdida para Ceuta” y recuerdan su carisma, su temperamento y su forma de resolver problemas El pasado martes falleció en Madrid a los 67 años de edad Pablo González, un hombre muy querido en la ciudad por su entrega en todo lo que hacía. Gremios como el de maestros, abogados o Guardia Civil lloran lo que supone, aseguran, una “gran pérdida” para Ceuta.
Uno de los gremios que más llora su pérdida es el de los letrados. La decana del Colegio de Abogados de Ceuta, Isabel Valriberas, lo recuerda como “un buen compañero, una persona muy entrañable, expresiva, con mucho temperamento y muy querido por todos”.
Su número colegial era el 104 –que no ocupará nadie a partir de ahora– y ha ejercido la Abogacía durante más de 30 años. Era considerado por todos como “un buen profesional, un hombre muy trabajador, muy activo y muy temperamental... Siempre nos reíamos con él porque, a veces, era todo temperamento”, recuerda Valriberas.
González era un abogado que cuando llevaba un caso “iba a por todas”, ya que era una persona “muy entregada en el trabajo y que se volcaba en lo que hacía. Quizá ese es el rasgo de su carácter más sobresaliente: su carisma, su temperamento, su forma de plantear las cosas, era una persona muy franca, muy sincera y siempre decía lo que pensaba, no tenía dobleces, si no le gustaba una cosa te la decía claramente y no se callaba”.
La familia que forma el Colegio de Abogados de Ceuta echará de menos a este profesional “entrañable”, tanto en el Colegio como en los pasillos de los juzgados. “Nuestro colectivo es grande pero él llevaba mucho tiempo colegiado”, añadió.
Quienes han sido sus compañeros durante décadas también saben que fue un hombre “muy entrañable familiarmente” y muy apegado a su familia, especialmente a sus hijos, nietos y su mujer, “a la que quería mucho”. También muy amigo de sus amigos.
Es el segundo compañero que pierden este año, ya que a mediados de febrero falleció Emilio Jalil. “Para los que ya somos viejos en el oficio es triste que vayan desapareciendo los colegas que encontrabas en los pasillos del juzgado, con los que charlabas y a veces te tomabas un café, y sobre todo porque antes éramos menos y teníamos más contacto. Ahora ya hay muchos más abogados y más movimiento pero por aquel entonces había un conocimiento más profundo de los compañeros porque al ser menos teníamos más contacto”, añadió.
Por su parte, el presidente de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, Fernando Tesón, dijo que su fallecimiento supone “una gran pérdida para la Justicia en Ceuta”. Tesón conoció a González cuando estudiaban la carrera de Derecho en Sevilla.
Para el magistrado juez, González ha demostrado ser un gran abogado, una persona estudiosa que trabajaba mucho los casos que llevaba, con los que estaba muy comprometido. “Era un estudioso de Derecho, sobre todo desde el punto de vista práctico y en relación con los asuntos que se le encomendaban”. De esta manera, considera que “ha dejado una huella en Ceuta”.
Tesón también explicó que en la época en la que había pocos abogados en la ciudad, él era uno de los que estaban activos y, de alguna manera, otros profesionales que llegaron después aprendieron de él.
Durante un tiempo compaginó la Abogacía con la actividad docente, siendo director del colegio Juan Morejón,  asesor del director provincial del Ministerio de Educación e inspector. Por ello, las personas que han tenido o tienen responsabilidades en el ámbito educativo también recuerdan su gran labor.
Quien fuera director provincial en Ceuta, Manuel Abad, aseguraba ayer que para él fue “un magnífico colaborador” y un maestro “con vocación, un magnífico abogado, y en el tiempo que estuvimos trabajando juntos me demostró concretamente una entrega total a la enseñanza”. En una ocasión, el Ministerio pidió a Abad que propusiera a dos profesores para otorgarles la Medalla Alfonso X, y González fue uno de ellos. Finalmente se la concedieron. Abad también destacó su fuerza y su capacidad de superar las dificultades de la vida.
Abad resaltó además que en su papel como jurista y también como docente ayudaba a resolver muchos problemas.
El secretario general de la FE-CCOO de Ceuta, Antonio Palomo, recordó en declaraciones a este medio su versatilidad: “Primero fue guardia civil, después maestro, después director del Juan Morejón, al mismo tiempo sacó la carrera de Derecho y ejercía como abogado, y era una persona excepcional en todos los sentidos”.
Palomo destacó que formó parte como colaborador de la Asesoría Jurídica de CCOO “de forma totalmente altruista, ayudaba a todo el mundo. Ya en la última etapa pertenecía a la Asesoría Jurídica de CCOO, pero una cosa que quiero destacar es que siempre desde su parcela de licenciado en Derecho y abogado ayudó a todos los maestros que se vieron en dificultades jurídicas”. Así, atendía a maestros “sin cobrarles y en las circunstancias que fuera, eso a un maestro de CCOO o de donde fuera”.