Oussama Aulad Said es un ciudadano de Marruecos que, hasta este viernes, ha residido en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta (
CETI). La Dirección del centro del Jaral ha procedido a su expulsión durante tres días tras una discusión con el personal que trabaja en estas instalaciones. “Me echan del CETI sin alternativa donde dormir, comer ni tratamiento para la
epilepsia”, ha denunciado públicamente el extranjero, que desde este viernes a mediodía se
manifiesta delante de la Delegación del Gobierno en Ceuta. Su intención es permanecer en la plaza de los Reyes hasta que obtenga una respuesta a su demanda y teme que, la falta de alimento, el calor o la ansiedad por la situación puedan alterar su estado y desencadenarle un ataque epiléptico. Asegura que toma cinco pastillas diarias para controlar su enfermedad.
El marroquí ha preparado de manera minuciosa una pancarta en la que expone su versión de los hechos: “Tengo epilepsia y los responsables no tratan bien a la gente. Trabajadores del CETI mentirosos. No tienen conciencia. Me han dejado tirado en la calle”, expresa por escrito Oussama Aulad Said explica que vive en el centro del Jaral desde hace más de nueve meses y airea su descontento con las atenciones que recibe por parte de la plantilla. Esta tensión que mantiene con los trabajadores ha desencadenado la discusión por la que ahora tendrá que permanecer fuera del CETI hasta el próximo lunes. Los enfrentamientos entre el personal y los acogidos han obligado esta semana a que
la Policía Nacional tuviese que personarse en las instalaciones de madrugada para templar los ánimos y disuadir a los alborotadores de que la protesta fuese a más. Un día antes, un grupo de residentes
salió a la calle a exigir su traslado a la Península cansados de esperar.