La exministra de Vivienda del
Gobierno de España María Antonia Trujillo, que ocupó ese cargo entre 2004 y 2007 con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, se ha alineado este sábado en Tetuán con las tesis anexionistas marroquíes sobre las ciudades autónomas sin dobleces: “Ceuta y
Melilla y los peñones e islotes suponen una afrenta a la integridad territorial de
Marruecos... Son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de este país y en las buenas relaciones entre los dos países”, ha aseverado la expolítica, que en mayo fue destituida al frente de la Consejería de Educación de España en Rabat. Durante su intervención en el I Congreso Internacional 'Relaciones hispano-marroquíes: presente y futuro', organizado por la Escuela Normal Superior de Tetuán en colaboración con la Universidad Abdelmalek Essaadi y el Centro Marroquí de Estudios e Investigaciones en Economía y Desarrollo Sostenible, en el que también participa Zapatero, la extremeña ha defendido que “la solución” para las ciudades autónomas y el resto de territorios españoles norteafricanos debe ser “política”. “Lo he trabajado desde el punto de vista histórico, jurídico y político. Evidentemente creo que la solución es política”, ha dicho la exministra, que opina que “el peso de los argumentos históricos y jurídicos, que los hay y son relevantes”, en favor de la españolidad de esos territorios “cede ante el devenir de los hechos que reclaman una respuesta política, ética, razonable y aceptable para ambos países mediante un diálogo abierto y sincero”.
“Dicen que los juristas tenemos la cualidad de citar las tesis de otros de renombre para justificar opiniones y alegatos: nos apoyamos en esto para reflejar lo que dice y así no lo digo yo, pero no se trata en mi caso concreto de decir por boca de otros lo que pienso, posición que tampoco debe empañarse por tenemos amigos marroquíes o defender posiciones a favor Marruecos cuando lo considero oportuno”, ha advertido Trujillo, que ha recordado que no es “pionera” en su afinidad a los postulados del Reino alauita. “Los embajadores Jaime de Piniés y Máximo Cajal establecieron una posición respecto a Ceuta y Melilla. El historiador inglés Charles Powell lo ha reflejado en sus libros históricos y el Partido Comunista en 1987 habló de la retrocesión de Ceuta y Melilla”, ha recordado la también exconsejera del Gobierno de Extremadura que ha abogado por poner en marcha alguna “cédula de reflexión” o recuperar el 'Espíritu de Barajas' que enmarcó la distensión entre Franco y Hassan II a finales de los años sesenta. “Ante los efectos nocivos de unas fronteras no sanas la respuesta política es el diálogo y no mirar hacia otro lado o el silencio... La reivindicación marroquí está plenamente justificada, inscrita en su ideario nacional y es irrenunciable”, ha advertido.