La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 ha condenado a 3 años y 1 mes de cárcel, además de al pago de 9.891 euros, a un ciudadano francés, exmilitar, que fue detenido por la Guardia Civil el pasado 3 de marzo cuando intentaba embarcar hacia Algeciras con droga en el interior de su vehículo. El acusado negó en el acto de juicio oral estar implicado en un delito de tráfico de drogas, manteniendo que le habían colado el pequeño alijo de casi 7 kilos sin su conocimiento. La versión del llamado Jean Ch. Ch. no ha convencido a la magistrada que ha dictado sentencia condenatoria no firme, por lo que cabe la presentación de recurso ante la Audiencia Provincial.
Según la sentencia a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso El Faro de Ceuta, existe una “suficiente y contundente actividad probatoria” para concluir que el acusado incurrió en un delito contra la salud pública existiendo un “ánimo de traficar” dada la cantidad de droga encontrada dentro del coche que él mismo conducía.
Esos casi 7 kilos de hachís habían sido introducidos mediante previa manipulación del coche, para facilitar así la entrada de la droga en el chasis. La testifical de un agente de la Guardia Civil fue clave al reseñar que para conseguir esa ocultación había que invertir un mínimo de dos horas y hacer tal maniobra en la vía pública, a la vista de todos, no se sostenía. Mantener, como hizo el acusado, que se tuvo que cargar la droga mientras su coche estaba aparcado en la calle choca con esta apreciación del Instituto Armado.
En su defensa el acusado argumentó que tenía una situación económica saneada dada su condición de exmilitar, jubilado por un accidente de trabajo, amén de haber percibido una indemnización por la muerte en accidente de quien era su esposa. La juzgadora mantiene en sentencia que tales apreciaciones no han sido acreditadas ni en fase de instrucción ni en el acto de juicio oral. A esto se añade que “no ofreció prueba alguna que dote de verosimilitud su simple y huérfana afirmación de que desconocía la presencia de droga en el interior del vehículo que él mismo conducía, entrando además en contradicciones” sobre su llegada a Ceuta y su pronta marcha a Algeciras. En instrucción se acogió a su derecho a no declarar para, después, ofrecer una versión “novedosa” y “de lo más elaborada”. Unas manifestaciones “enrevesadas e ilógicas” que además son “carentes de sustento probatorio”. No es creíble que se le ocultara la droga en su coche ya que nadie deja “al albur de circunstancias ajenas” esa cantidad de droga. “Los elementos incoherentes y discrepancias” impiden dar a su declaración “una credibilidad”, y “no quedan acreditados ninguno de los endebles y huérfanos supuestos contraindicios que argumenta el acusado para su exculpación”, concluye.