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La IV Jornada contra el riesgo cardiovascular realizado ayer en conmemoración del Día Mundial sin Tabaco y de la Semana del Corazón se saldó con un total de 167 ciudadanos atendidos en las dependencias del Centro Salud Otero, 17 personas más respecto de la última ocasión celebrada, en el año 2007.
La respuesta fue abrumadora. El objetivo era ofrecer al ciudadano una revisión rápida y completa que permitiera saber en pocos minutos el estado de la salud cardiovascular de los pacientes. Así lo evaluó Juan Carlos Mata, médico de atención primaria y organizador de la jornada, que calificó de la prueba como “una ITV”. “Sólo puedo hacer una valoración positiva”, declaró Mata al término de la jornada. “La aceptación ha sido muy buena y desde el Ingesa hemos logrado el objetivo de hacer labor preventiva en materias de diagnóstico y terapia. Esto anima a repetirlo el año próximo”.
Las pruebas se desarrollaron de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 y estuvieron asistidos por un equipo formado por cuatro enfermeras, un auxiliar de enfermería y tres médicos de atención primaria. La finalidad era realizar unas pruebas globales en el ámbito cardiovascular, centrado en los efectos perniciosos del tabaco, uno de los principales factores de riesgo en patologías coronarias y vasculares.
Después de unos 20 minutos de espera, el paciente procedía a ser tallado y pesado, pasando a medir luego el perímetro corporal, tres parámetros necesarios para calcular la obesidad o el sobrepeso de los pacientes. Luego, las enfermeras al cargo llevaban a cabo la extracción de una muestra de sangre con la que se medía el nivel glucémico y del colesterol. Por último, el parámetro final consistía en la medición de la presión arterial. En el caso de ser un paciente fumador, éste era sometido a una cooximetría, una prueba que mide el nivel de dióxido de carbono en los pulmones del afectado.
Todos estos datos eran analizados por un programa informático, ‘Score’, que resolvía el riesgo cardiovascular del paciente separado en porcentajes de riesgo: desde menos del 1% a más del 15% de riesgo de padecer una grave enfermedad cardiovascular en los próximos 10 años.
El doctor Mata, organizador de la jornada, informó que el perfil medio de los ciudadanos atendidos fue de una media de edad entre los 45 y los 50 años, “que es precisamente la que buscamos, gente que no se haya sometido a un análisis en los seis meses previos”.
Una de las cosas que sorprendió a los facultativos era que muchos pacientes ignoraban el padecimiento de ciertas patologías como la hipertensión o la diabetes o el colesterol. Como es habitual en estos casos, los médicos recomendaban seguir una dieta alimentaria bajas en grasas o en calorías, según las patologías estuvieran relacionadas con el colesterol o con el sobrepeso. Los consejos relativos a la realización de ejercicio físico o esfuerzos más frecuentes era de uso común. Y, cómo no, los médicos insistieron en la importancia de mantener una vida sana en la que no entre el humo. El tabaco, está demostrado, aumenta los riesgos cardiovasculares entre los fumadores. Y entre los que no lo son pero deben respirar los aires de modo pasivo.