Dos jóvenes magrebíes han conseguido llegar a nado hasta Juan XXIII después de partir desde aguas marroquíes. Ambos, enfundados en trajes de neopreno, bordearon el espigón del Tarajal –que separa Ceuta de Marruecos- en pleno temporal y alcanzaron tierra exhaustos, con las últimas fuerzas que les quedaban. La Guardia Civil se ha hecho cargo inicialmente de ellos hasta la llegada del ERIE de Cruz Roja, cuyos voluntarios han asistido a la pareja ofreciéndoles mantas y comprobando in situ su estado de salud. Después, en la unidad de la entidad humanitaria, han sido evacuados a la nave del Tarajal para pasar la cuarentena.
Los dos varones, ambos jóvenes y naturales de Marruecos, han llegado a Ceuta en una situación límite, sin casi fuerzas para continuar una travesía complicada. La misma que este lunes era seguida por otros inmigrantes que, en muchos de los casos, consiguieron llegar a nuestra ciudad. A pesar del temporal, se arrojan al mar exponiéndose a un final trágico.
En las últimas semanas la práctica totalidad de entradas de inmigrantes se está produciendo a nado. Sus protagonistas llegan en traje de neopreno o ayudados de elementos flotantes para conseguir cubrir los escasos metros que separan un territorio de otro. Y lo hacen sin reparar en que, en demasiadas ocasiones, ponen en riesgo su propia integridad física.
En el caso de esta pareja ha podido llegar a la meta pretendida pero en el camino son muchos los que se quedan sin que sus cuerpos lleguen a aparecer jamás. Quedan las denuncias de sus familias que caen en saco roto, perdidas entre la ausencia de noticias. Ese es precisamente el gran drama que atrapa la Frontera Sur y el gran drama al que se exponen aquellos que buscan la libertad, la escapada de su país a base de brazadas luchando, como ha sucedido hoy, contra un temporal que no entiende de nada.