Cuando diagnosticaron COVID a nuestra madre, persona de riesgo, el mundo se nos cayó a los pies pues pensamos que sería su fin, como desgraciadamente así fue. Sin embargo, dentro de la tragedia que supone la pérdida de una madre, todo se hace mucho más llevadero si en sus últimos momentos está rodeada de un equipo de profesionales, que, sin mirar por su propia seguridad, abren su corazón y se entregan dando todo su amor a esas personas que asustadas por su soledad encuentran cobijo en ellos.
Por eso desde estas líneas queremos agradecer expresamente a la planta COVID del hospital de Ceuta por todo lo que día a día hacen por todas estas personas, e hicieron por nuestra madre en particular. Gracias por su lucha en medio de esta loca pandemia que tantas muertes está causando. Gracias por poner un foco de esperanza a enfermos y familiares dando las fuerzas necesarias para seguir luchando para salir adelante. Gracias por su profesionalidad. Gracias por su buen hacer. Y sobre todo gracias por entregarnos ese amor sin esperar nada a cambio.
Ceuta está de suerte por contar con un equipo así como aliado.