La situación geográfica de Ceuta puede ser un buen aliciente para pedir destino a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Uno de esos motivos fue el que convenció a Eva María Pérez García, jefa de Grupo de la
Policía Nacional destinada en frontera, para cambiar su puesto desde el aeropuerto de Barajas de Madrid a la Jefatura Superior de la
Policía Nacional de la ciudad autónoma. Hace tres años que Pérez desembarcó en Ceuta, pero llegó a la ciudad con un gran bagaje a sus espaldas como policía nacional. Estuvo durante 12 años desempeñando su labor en el Aeropuerto de Barajas, en Asturias otros dos y una década en Vigo.
Pérez señala que entrar en la Policía Nacional fue vocacional, aunque recuerda con una sonrisa la serie de televisión estadounidense ‘Los Ángeles de Charlie’, ya que a su juicio hizo que muchas mujeres de la época quisieran convertirse en agentes. “Los Ángeles de Charlie hacía mucho daño en la época, todas las niñas querían ser policía (ríe). Hasta que conocí a mi marido, no decidí entrar en el Cuerpo. Él es
guardia civil y entonces sí vi que era una salida laboral muy buena”, explica.
Son 29 años ejerciendo en el Cuerpo. Guarda con cariño cada destino por el que ha pasado y en el recuerdo a todos sus compañeros. “La valoración que hago de todo el tiempo en el Cuerpo es muy positiva. Cada vez que he ido cambiando de puesto o ascendiendo ha sido para mejor. Y en todos los sitios que he estado muy cómoda. Además me ha servido para conocer España, como Asturias, Madrid, Galicia y ahora Ceuta”, añade. Su ascenso a inspectora fue otro de los motivos que le hizo cambiar de aires y venir a Ceuta. A su llegada a la ciudad estuvo en la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, integrada por Participación Ciudadana (GAC), hasta en 2020 cuando llegó a la frontera.
“No me resultó muy diferente el cambio porque al final es una frontera Schengen y el trabajo es muy parecido. Cambia un poco el público, pero ahora que vamos para la frontera inteligente va ser lo mismo la de Barajas que la del
Tarajal”, prosigue. Al igual que a otros muchos policías que vienen desde la Península, la llegada a Ceuta era una incertidumbre, pero ahora se encuentran muy cómodos en la ciudad.
“Nunca había estado en Ceuta y lo primero que me sorprendió para mal fue Algeciras. Cuando llegué por la noche me asusté un poco y no sabía lo que me iba a encontrar en Ceuta. Esta ciudad me sorprendió muy gratamente, tiene mucha cultura y es un sitio para recomendar. Toda mi familia y mis amigos están pasando por aquí porque es una ciudad preciosa”, finaliza en el despacho ubicado en el Tarajal. A Pérez le quedan ocho años para jubilarse y espera poder hacerlo en Ceuta.