La Asamblea de Ceuta aprobó ayer a propuesta del MDyC de Fatima Hamed elaborar un estudio “riguroso” sobre las causas del pobre desempeño académico del alumnado de la ciudad, que sistemáticamente aparece en las últimas posiciones en todas las evaluaciones nacionales e internacionales.
La última que ha hecho sonar la alarma ha sido el informe PISA 2022, en el que los estudiantes de quince años de la ciudad alcanzan unos resultados promedio en Matemáticas, Ciencias y Lectura como si hubiesen estudiado como poco un curso y medio menos que la media del conjunto de España.
Cada vez que aflora este asunto aparecen visiones simplistas como la que explicitó ayer Vox, según la cual las tasas de abandono y fracaso escolar de Ceuta no están ligadas a factores socioeconómicos, sino a que una parte de los caballas tiene otra lengua materna que no es el español, algo que no genera problema alguno en otras regiones como Euskadi.
El Ministerio de Educación encargó hace ya más de diez años un estudio sobre esa problemática en las ciudades autónomas que urge actualizar, pues parece evidente que mientras las soluciones y las políticas (o la ausencia de las mismas) sean idénticas, los resultados serán iguales.
Los expertos reclaman medidas planteadas con la vista puesta a medio y largo plazo cuya definición debe ser el resultado de un trabajo de análisis y diagnóstico serio y riguroso como el que se ha comprometido a impulsar la Ciudad.
La Administración General del Estado y el conjunto de los agentes sociales y económicos deben implicarse también en ese reto para que su resultado sea lo más útil posible a los fines pretendidos, que no son otros que asegurar el mejor futuro a la ciudad con un capital humano a la altura de sus necesidades.
Esto es lo que quieren estos sociocomunistas TENER UN PUEBLO ANALFABETO PARA ELLOS HACER Y DESHACER